"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 12 de diciembre de 2010

“A Tiempo”

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del

sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra

salvación que cuando creímos.

Romanos 13.11


El mejor regalo que puedo darle a cualquier persona es mi tiempo. Si te regalo dinero, en verdad te estoy regalando el tiempo requerido para ganar dicho dinero. Si te doy un regalo, te estoy danto el tiempo que se requirió para ganar el dinero con el que compré el regalo. La vida terrenal incluye el tiempo. Cuando alguien muere, nos sigue usando el tiempo que hubiera tenido disponible aquí en esta tierra. El tiempo que duré escribiendo esta meditación no se podrá usar en nada más.

Entonces, ¿qué haremos con el tiempo? Imagina que tuviera una cuenta bancaria que cada mañana recibiera $86.400,00. No se permite ningún sobregiro y, cada mañana, se cancela lo que haya quedado del día anterior en la cuenta. En tal caso, ¿qué harías? Lo sacarías y le darías buen uso. Pero con 86.400 segundos diarios, tenemos algo más valioso que el dinero. En verdad, ¡debemos darle buen uso a cada segundo! Cuando vemos que sólo nos queda poco tiempo para hacer algo, tendemos a desarrollar cierto sentido de urgencia. Cuando la cuenta bancaria tiene poco, de repente recordamos que debemos volver a trabajar. Así es con el tiempo. El salmista pensaba un tanto así cuando escribió Salmo 90.12: “Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.

-Jerry Yoder,

Auburn, KY

_______________

El tiempo es tan precioso que sólo se nos concede en

las fracciones más pequeñas posibles: un momentito a la vez.

-Proverbio irlandés


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]