"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 25 de julio de 2010

"CONFIANZAS FALSAS"

Hno. Jose Ordoñez


Hoy quiero que meditemos a la luz del libro de Isaías, acerca de que a pesar que el hombre sabe que hay una sola respuesta, que es Jesucristo , como es que nosotros, como cristianos muchas veces buscamos nuestras propias respuestas, aun sabiendo que Cristo anhela ser todo en todo en nuestras vidas, y que Él quiere que pongamos nuestra confianza en El, más aun así, nosotros nos ingeniamos muchas otras confianzas falsas.

Isa.1:29 “Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis.”

Esto nos habla acerca de árboles, acerca de huertos donde nosotros podemos cultivar y cosechar, y de lo cual podemos depender para nuestro sostén…

Isa. 5:8, 11-12 “¡Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra? ¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.”

Este pasaje está describiendo aquí a un pueblo enriquecido y acomodado, un pueblo que está muy cómodo, tan cómodo que hace fiesta constante y se alegra todo el tiempo. Esto no significa que nos oponemos a tener celebraciones y a ser cristianos alegres y felices, pero aquí está describiendo una vida entregada a disfrutar de los goces de este mundo, sin límites, y quiero decirles, que muchas veces, con la prosperidad y abundancia, las restricciones de nuestro corazón son derribadas. Ya no hayamos ni en que divertirnos, ni en que gastar todo lo que tenemos.

¿Esta nuestro corazón confiando en la prosperidad? Cuidado, la falsa confianza de la prosperidad que Dios mismo nos permitió alcanzar, puede llegar a ser dañino para nuestros corazones. Dios mismo es quien nos hace prósperos y nos da la capacidad de ser fructíferos, pero cuidado, ¿en donde estará apoyado nuestro corazón?

¡No pongamos nuestro corazón en las riquezas, ya que esa es una falsa confianza!

Isa. 44:9-11 “Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.”

Espero que ustedes no tengan la idea errónea que yo tuve de joven, que nosotros los cristianos estamos exentos de este pasaje, porque es cierto, no tenemos problemas con la idolatría física, acerca de adorar a ídolos e imágenes; pero ¿qué sucede con la idolatría en el corazón? ¿Qué pasa con toda cosa o persona que toma un lugar predominante en nuestros corazones? Es cierto, no nos inclinamos ante imágenes de talla, pero esos ídolos en nuestros corazones, los reverenciamos.

¡Dios mismo se encargara de tratar con nuestros corazones, y con los ídolos que hay en él!

Isa. 30:1-3, 31:1 “¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusión. ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda, y confían en caballos; y su esperanza ponen en carros, porque son muchos, y en jinetes, porque son valientes; y no miran al Santo de Israel, ni buscan a Jehová!”

Esta es otra confianza falsa y abominable a Dios, que tenemos nosotros los cristianos. Por increíble que parezca, nuestro corazón y nuestros ojos, aun codician y miran con envidia todo lo que Egipto considera admirable. Por ejemplo, si Egipto dice que la única forma de avanzar en la vida, es teniendo títulos universitarios, allí van los cristianos en pos de ídolos universitarios, creyendo que esa es la herramienta para sobresalir, recibiendo consejo de Egipto y no de Dios.

Isa. 30:15 “Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y en confianza será vuestra fortaleza. Y no quisisteis.”

Dios nos ofrece paz y reposo, si ponemos nuestra absoluta confianza en El, pero muchas veces no aceptamos, y nos volvemos a Egipto.

Isa. 30:16 “…sino que dijisteis: No, antes huiremos en caballos; por tanto, vosotros huiréis. Sobre corceles veloces cabalgaremos; por tanto, serán veloces vuestros perseguidores.”

Este es un corazón que se atreve a decirle cara a cara a Dios: “Dios, tu camino no me interesa, pero si los caballos y en la fuerza de Egipto.” Lo que Egipto busca, es tomar control de las mentes y corazones, para formar su patrón en las vidas. Muchas personas, a costo de almas eternas, han descendido a Egipto por ayuda, pero perdiendo la eternidad con Dios. Confiar en Egipto, y perder el alma no es un juego.

Isa. 28:14-15 “Por tanto, varones burladores que gobernáis a este pueblo que está en Jerusalén, oíd la palabra de Jehová. Por cuanto habéis dicho: Pacto tenemos hecho con la muerte, e hicimos convenio con el Seol; cuando pase el turbión del azote, no llegará a nosotros, porque hemos puesto nuestro refugio en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos.”

Aquí vemos algo aún más profundo, algo más horrendo. Aquí vemos algo que abiertamente está renunciando a caminar con el Señor. Es una declaración, una afirmación acerca de no seguir más a Dios, sino a la muerte, creyendo que de esa manera se lograra sobrevivir. Dios dejo este pasaje en la Biblia, porque sabe que el corazón de Su pueblo es capaz de hacer y de tomar este tipo de decisión. No consideremos que somos mejores que el pueblo de Dios en esa época, sino debemos considerar que somos igualmente capaces de llegar a ese extremo.

Isa. 36:1-4, 6-7 “Aconteció en el año catorce del rey Ezequías, que Senaquerib rey de Asiria subió contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. Y el rey de Asiria envió al Rabsaces con un gran ejército desde Laquis a Jerusalén contra el rey Ezequías; y acampó junto al acueducto del estanque de arriba, en el camino de la heredad del Lavador. Y salió a él Eliaquim hijo de Hilcías, mayordomo, y Sebna, escriba, y Joa hijo de Asaf, canciller, a los cuales dijo el Rabsaces: Decid ahora a Ezequías: El gran rey, el rey de Asiria, dice así: ¿Qué confianza es esta en que te apoyas? Yo digo que el consejo y poderío para la guerra, de que tú hablas, no son más que palabras vacías. Ahora bien, ¿en quién confías para que te rebeles contra mí? He aquí que confías en este báculo de caña frágil, en Egipto, en el cual si alguien se apoyare, se le entrará por la mano, y la atravesará. Tal es Faraón rey de Egipto para con todos los que en él confían. Y si me decís: En Jehová nuestro Dios confiamos; ¿no es éste aquel cuyos lugares altos y cuyos altares hizo quitar Ezequías, y dijo a Judá y a Jerusalén: Delante de este altar adoraréis?”

Este pasaje aparece en 2 de Reyes y 2 de Crónicas, y en cada uno de esos libros, se dedican varios versículos, y esto me hace pensar que Dios quiere darle bastante énfasis. En este pasaje, el asirio está atacando la confianza del pueblo de Dios, diciéndoles que si buscaban ayuda en Egipto, no serviría de nada, porque ellos ya los habían derrotado, y si buscaban a Dios, tampoco serviría de nada.

Isa. 37:1, 14-20 “Aconteció, pues, que cuando el rey Ezequías oyó esto, rasgó sus vestidos, y cubierto de cilicio vino a la casa de Jehová. Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores, y las leyó; y subió a la casa de Jehová, y las extendió delante de Jehová. Entonces Ezequías oró a Jehová, diciendo: Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra; tú hiciste los cielos y la tierra. Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y mira; y oye todas las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al Dios viviente. Ciertamente, oh Jehová, los reyes de Asiria destruyeron todas las tierras y sus comarcas, y entregaron los dioses de ellos al fuego; porque no eran dioses, sino obra de manos de hombre, madera y piedra; por eso los destruyeron. Ahora pues, Jehová Dios nuestro, líbranos de su mano, para que todos los reinos de la tierra conozcan que sólo tú eres Jehová.”

Cuando ya todas las confianzas falsas estaban agotadas, Ezequías finalmente acudió a Dios. El rey Ezequías es un ejemplo de cada uno de nosotros, que conociendo cual es la única respuesta, y habiendo experimentado la salvación milagrosa de Dios, no acudimos a Él en primera instancia, sino que todo lo contrario, lo dejamos como última opción.

Isa. 38:1-3 “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así: Ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás. Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración a Jehová, y dijo: Oh Jehová, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.”

Yo le llamo a esto: confianza en nuestras propias justicias. Lo que Dios esperaba de Ezequías en este pasaje, era una aceptación de Su palabra, pero al contrario, encontramos a Ezequías poniendo su confianza en otras cosas, no en la voluntad perfecta de Dios. De este punto en adelante, todo lo que vemos en los últimos 15 años de vida de este rey, son cosas nefastas y desagradables.

Como cristianos, no podemos confiar en nuestra fidelidad al Señor, no podemos considerar que el hecho de dedicar nuestras vidas al Señor, hace que el Señor sea nuestro deudor. Si algo bueno ha sido producido a través de nuestras vidas, no es fruto propio, es Cristo quien lo ha hecho, y debemos reconocer que si el Señor decidiera apartar Su gracia de nuestras vidas, llegaríamos a ser el más vil de todos los pecadores. Sin la gracia de Dios, nada somos.

La actitud de Ezequías, al confiar en sus propias justicias, refleja la actitud que hay en cada corazón humano. ¡Ay de nosotros si confiamos en nuestras propias justicias! ¡Ay de nosotros si somos tan ciegos que no podemos ver la condición de nuestro propio corazón!

Isa.50:10 “¿Quién hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz, confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.”

Aquí empezamos a ver la respuesta de Dios. Lo único que debemos hacer si nos falta entendimiento, es confiar en Él.

Isa. 50:11 “He aquí que todos vosotros encendéis fuego, y os rodeáis de teas; andad a la luz de vuestro fuego, y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto; en dolor seréis sepultados.”

Pero si rechazamos el confiar en Dios, este será nuestro final. ¿Necesitamos algo más claro que lo que dice este pasaje para empezar a confiar en Dios? Si no lo hacemos, moriremos.

Isa. 57:13, 15 “Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte. Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.”

¿Quiénes son los únicos que reciben gracia? ¿Quiénes serán aquellos que recibirán el auxilio y socorro del Señor? Solo los humildes y quebrantados. Que este pasaje sirva para confrontar nuestros corazones, y nos haga abrir los ojos, sabiendo que esa es la única respuesta.

“Confía en ti mismo y serás decepcionado, confía en tus amigos y ellos morirán y te dejaran, confía en tu reputación, y alguien la destruirá, confía en tus riquezas y las perderás, mas confía en Dios y jamás serás defraudado aquí, ni en la eternidad.” D.L. Moody

Isa. 35:8 “Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará.”

Por torpes que seamos, podremos caminar con el Señor, porque no depende de nuestra inteligencia y capacidad. El Señor llama para que cada uno de nosotros nos humillemos, y Él nos garantiza, que si andamos en ese camino de santidad, no nos extraviaremos.

Lo único que debemos hacer es rendirnos y entregarnos al Señor. Rendir todo lo que somos a Sus propósitos, y El hará cosas grandiosas en nuestras vidas. No empujemos nuestras vidas por mas tiempo a las metas de Egipto, sino que entreguémonos al Señor, ya que lo único que importara al final, es cuanto nos hemos rendido al Altísimo y Sublime.


"Yo me rindo a El, yo me rindo a El, todo a Cristo yo me entrego, quiero serle fiel."



miércoles, 21 de julio de 2010

"EPÍSTOLA A LOS EFESIOS" I Parte

Hno. Juan Pablo Leonardo

Con la ayuda del Señor, empezaremos el curso de Efesios, y para iniciar, quiero que veamos algunas características:

La Ciudad:

La ciudad de Éfeso era una de las ciudades más grandes del imperio romano, era la ciudad principal de esta área, por eso quizá fue que Pablo paso allí durante 3 años, según lo dice Hechos 20:31.

Esta ciudad era muy idolatra, ya que el culto a Diana estaba muy arraigado. Compartir el evangelio en Éfeso era muy difícil, ya que habían muchos intereses particulares, y además de eso, porque la gente allí era muy instruida y muy culta.

El mover de Dios a través de Pablo en Éfeso, fue grande; la hechicería e idolatría, que estaban muy arraigadas en la ciudad, fueron casi erradicadas, aunque eso causo un motín que hizo que Pablo tuviera que salir de la ciudad.

La Iglesia:

Apo. 2:1-6 “Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.”

Este pasaje nos da una vislumbre de lo que era esta iglesia, era una iglesia diligente en su labor, eran creyentes que trabajaban duro y con paciencia, y que enfrentaban luchas tremendas contra los impíos de esa ciudad. Algo importante que también menciona, es que los efesios aborrecían a los nicolaítas, esto es, a los apostatas. Mas sin embargo, ellos habían debajo la relación íntima con Cristo, y esto quizá era fruto de tanto trabajo, eso les impedía tener tiempo para esa relación con Dios.

Aquí aprendemos una lección muy importante para nuestras vidas, y es que es no debemos olvidarnos de nuestra relación íntima con Dios a pesar del trabajo excesivo.

La Epístola:

Se cree que la Epístola a los Efesios, es la primer epístola que el apóstol Pablo escribió desde su encarcelamiento en Roma. Esta epístola es llamada: “El gran cañón de las Escrituras” , y “ Los Alpes del Evangelio”.

El Autor:

Efe.1:1 “Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso.”

Esta declaración la entendemos a la luz de que Saulo fue convertido debido a la visitación y según la voluntad de Dios. Ananías recibió palabra de Dios, de que Pablo sería un instrumento en Sus manos, y debido a esto, es que Pablo se llama a sí mismo: “Apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios.”

El autor de esta epístola, fue un hombre sumamente sufrido en muchas áreas, incluyendo la separación de hermanos piadosos que le amaban, pero ese sufrimiento y esa separación, era parte de lo que Pablo debía padecer por Cristo.

Hchs. 21:7-15 “Y nosotros completamos la navegación, saliendo de Tiro y arribando a Tolemaida; y habiendo saludado a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. Al otro día, saliendo Pablo y los que con él estábamos, fuimos a Cesarea; y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, posamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban. Y permaneciendo nosotros allí algunos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo, quien viniendo a vernos, tomó el cinto de Pablo, y atándose los pies y las manos, dijo: Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al varón de quien es este cinto, y le entregarán en manos de los gentiles. Al oír esto, le rogamos nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y quebrantándome el corazón? Porque yo estoy dispuesto no sólo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús. Y como no le pudimos persuadir, desistimos, diciendo: Hágase la voluntad del Señor. Después de esos días, hechos ya los preparativos, subimos a Jerusalén.”

Esta es quizá la cúspide de lo que el Espíritu le revela a Pablo, acerca del sufrimiento que le esperaba, estas profetizas seguramente le profetizaban a Pablo lo que él debía padecer a causa de Cristo. Pero a pesar de lo que le esperaba, Pablo nunca dejo a un lado la disposición de servir al Señor, aun a costo de su propia vida. Este hombre sufrido y dispuesto, es quien escribe esta carta preciosa.

Si cada uno de nosotros tenemos esa misma disposición de servir al Señor, El cumplirá Su propósito en nuestras vidas, como lo hizo con el apóstol Pablo.

Sal. 138:8 “Jehová cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; no desampares la obra de tus manos.”

En esta cita, la palabra: “cumplirá”, significa: “terminara, perfeccionara, completara”. Si nosotros permanecemos en El, el terminara y perfeccionara Su obra en nuestras vidas.

Fil. 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”

Este pasaje nos muestra la mentalidad de Pablo, él estaba ligado a Cristo, pero el perseveraba, iba hacia adelante, y ese hombre, quien escribe esta carta que estudiaremos, nos enseña que debemos seguir hacia la meta que es Cristo Jesús.

Pablo escribió esta carta para los santos y para los fieles. Esto muestra que la obra de Cristo no se completa en el día que se recibe la salvación, sino que es algo gradual. Esa vida depositada en cada creyente, debe ir creciendo, como fue creciendo en Pablo. Esto lo logran alcanzar únicamente aquellos que perseveren.

Mat. 24:13 “Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.”

El apóstol Pablo, a pesar de los embates y de las duras pruebas, mantenía una sola cosa en mente, y nos exhorta a cada uno de nosotros a hacer lo mismo: proseguir hacia el Señor.


“Voy a proseguir, proseguir, hacia el blanco, al final, hacia la meta; tantas vidas dependen de lo que haga yo, dame la fuerza, para contigo proseguir.”



domingo, 11 de julio de 2010

"CONTEMPLANDO SU HERMOSURA"

Hno. Marvin Byers
11/07/10


Cerca del inicio del Evangelio de Juan, uno de los hombres más santos de toda la historia, les declara a otros hombres santos: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”

Lastimosamente, la frase “he aquí” es una traducción muy mala, ya que según el original, la frase indicada seria: “contemplad al Cordero de Dios.”

Y cerca del fin del Evangelio de Juan, uno de los hombres más impíos de toda la historia, les declara a una multitud perversa: “he aquí el hombre”, pero lo que él estaba diciendo prácticamente era: “contemplad, ved al hombre”.

Heb. 2:9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra…”

Aquí el escritor de Hebreos, usa la misma frase: “Pero contemplamos a aquel…”, y hoy quiero exhortarles a que hoy mismo veamos a Jesús, que contemplemos por un rato Su hermosura y belleza, que contemplemos a Aquel quien es la Diadema de los Cielos, el Deseado de las naciones y quien es la única respuesta para este mundo convulsionado. Veamos y contemplemos al Cordero, y pasemos un poco de tiempo considerando Su belleza…

Yo estoy seguro que hoy mismo, Dios quiere revelarse a cada uno de nosotros, con una revelación fresca de Su belleza, ¿queremos contemplar al Señor, no solamente con la mente, sino con el corazón? Nunca será posible recibir una revelación fresca de Jesús, sin ser cambiados, si lo vemos a Él, seremos transformados a lo que Él es.

Muchos quizá nunca han recibido una revelación clara de la belleza de Jesús, esto se nota por su manera de vivir, pero veámoslo esta mañana.

Es posible ver al Señor desde el inicio de la fundación del mundo…

Ap. 13:8 “Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.” (LBLA)


¿Qué quiere decir esto?

Jesús no fue crucificado hace cientos de años, Él fue crucificado desde la fundación del mundo, ya que Él vive en la eternidad, Su nombre es “Yo soy”, no es un nombre que haga referencia al pasado o al futuro, sino que es un nombre eterno. Nosotros somos quienes vivimos en la capsula llamada “tiempo”, pero Él es eterno.

En la fundación del mundo, el Padre y el Hijo se pusieron de acuerdo para que en el futuro pudiera existir ese sacrificio en la cruz, desde allí fue hecha esa obra, y esta verdad nos lleva a una pregunta teológica muy común: “Si Dios conoce y vive el futuro, y sabía que los hombres caerían hasta el abismo más profundo, ¿cómo es posible que El haya decidido dar Su vida por los hombres a pesar de ello?

Esa es una pregunta errónea, la pregunta correcta seria: “Si Dios sabía que el hombre caería, y sabiendo que la única solución sería Su venida al mundo siendo hombre para llevar las consecuencias del pecado, ¿cómo pudo haber seguido adelante con Su plan?

Y la respuesta a esta pregunta es obvia: “Por amor.” Debido al amor infinito que Él tiene para con su esposa. Dios sabía que la puerta iba a estar abierta para todos, pero también sabía que aunque otros no respondieran, Su esposa si lo haría, y por amor a cada uno de nosotros, el Señor siguió adelante con Su plan. ¡Que Dios más dispuesto a identificarse con nosotros, aun siendo pecadores!

¿Que veían la mayoría del pueblo de Israel cuando contemplaban al Cordero?

En esa época pudieron ver al hombre más manso de la historia humana, aunque quizá no lo pudieron ver sino hasta después… el mismo Creador se sentaba en la sinagoga, a escuchar las locuras de los lideres religiosos, y nunca abrió Su boca, ni una sola vez, ni alzo Su voz para condenar. ¡Que Dios más humilde y sufrido, que humildad y que paciencia!

Y la mansedumbre es una de las cosas que el Señor quiere que aprendamos…

Mat. 11:28-29 “Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”

¿Cuantos de nosotros nos encontramos fatigados, cargados y cansados? Aquí el señor nos da una tremenda clave, si aprendemos Su mansedumbre y humildad, encontraremos descanso para nuestras almas. ¡Que podamos recibir esa gracia para poder verlo de una forma más profunda, a través de desarrollar esa mansedumbre, renunciando a nuestros derechos, y siendo enderezados y guiados por El!

Dios es un Dios infinito, y por lo tanto, cada una de Sus características es infinita, Él es infinitamente manso, ¿lo creemos? Dios demuestra su mansedumbre, al acercarse a nosotros y oír lo que opinamos de Él. Esa es verdadera mansedumbre, pero, ¿que está escuchando entonces Dios de nuestras bocas?

Dios es tan manso y humilde, que se preocupa de lo que pensamos acerca de Él. El Señor se humilla hoy delante de nosotros y nos pregunta: “Hijo, ¿qué piensas acerca de mí?

¡Que mansedumbre la que muestra el Señor, cuando toca a la puerta de nuestro corazón, y nosotros rechazamos Su visitación! Eso fue lo que hizo la Sulamita en el Cantar de los Cantares, y es algo que nosotros hacemos vez tras vez.

¿Que vio el centurión que estaba al pie de la cruz, cuando contemplo a Jesús?

Mat. 27:46-54 “Como a la hora novena Jesús exclamó a gran voz diciendo: ¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Cuando algunos de los que estaban allí le oyeron, decían: Este hombre llama a Elías. Y de inmediato uno de ellos corrió, tomó una esponja, la llenó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber. Pero otros decían: Deja, veamos si viene Elías a salvarlo. Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. Y cuando el centurión y los que con él guardaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que habían sucedido, temieron en gran manera y dijeron: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!”

Visualicemos esta escena, los líderes y la gente se burlaban de Jesús, más el centurión creyó, ese gentil creyó en Jesús a pesar que tanto el, como los demás, vieron las mismas señales, mas sin embargo, el centurión seguramente tuvo un cambio eterno en su vida, debido a que sus ojos fueron abiertos para ver la gloria de Dios. Mientras que por otro lado, lo único que pudieron ver los líderes del pueblo fue, que la vida de aquel que amenazaba sus metas y ambiciones, estaba terminando en esa cruz.

Hagamos una pregunta hoy a nuestro corazón: ¿Cómo vemos a Jesús hoy? ¿Lo vemos como una amenaza a nuestros deseos más profundos? ¡Que podamos verlo como lo contemplo ese centurión, para que podamos experimentar esa obra eterna en nuestras vidas… contemplemos hoy Su gloria y hermosura!

¿Qué va a ver el mundo en el Cordero en Su segunda venida?

Es importante saber que se verá en la segunda venida, para no tener un concepto religioso, sino un concepto bíblico y correcto. En la segunda venida, el Cordero vendrá a manifestarse como el León de la tribu de Judá.

Apo. 19:11-16 “Vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Y con justicia él juzga y hace guerra. Sus ojos son como llama de fuego. En su cabeza tiene muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo. Está vestido de una vestidura teñida en sangre, y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS. Los ejércitos en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las guiará con cetro de hierro. El pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y sobre su muslo, tiene escrito el nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

El Señor vendrá como un conquistador poderoso, para gobernar con justicia en este mundo, Él es un varón de guerra, como lo fue David, aquel hombre que fue conforme al corazón de Dios, el Señor vendrá en su segunda venida, para vengarse de sus enemigos, y esto es algo que no creen muchas personas, porque tienen la idea de que Dios se manifestara nuevamente como un Cordero, pero ese pensar es erróneo, ya que hay muchísimas escrituras que demuestran lo contrario:

Isa. 35:4 “Decid a los de corazón apocado: "¡Fortaleceos; no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con venganza y retribución divina. El mismo vendrá y os salvará.”

Sal. 94:1 “Oh Jehová, Dios de las venganzas, oh Dios de las venganzas, ¡manifiéstate!”

Luc. 19:27 “Pero, en cuanto a aquellos enemigos míos que no querían que yo reinara sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia.”

Dios ya no será visto como el Cordero manso, sino como el León de la tribu de Judá, y los únicos que sobrevivirán, serán aquellos que aman la justicia de la misma manera como el Señor la ama. ¡El caos del mundo será terminado, debido a que Su reino será establecido!

¿Que veremos nosotros cuando el venga?

Isa. 66:16 “Porque Jehová juzgará con fuego; y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa de Jehová.”

¿Estamos siendo juzgados hoy mismo por su espada? Solamente si estamos siendo juzgados por el Señor desde ya, podremos vivir en Su reino.

Mas sin embargo, también veremos en El, a un Dios de misericordia, incluso teniendo misericordia de los mismos amorreos, cuya perversión ha llegado a lo más bajo, y la forma de mostrar misericordia a ellos será quitándoles la vida, para no ser culpados de mayor pecado, y librándolos de ir a lugares más profundos en el infierno, y así, evitar que den a luz más hijos del infierno. ¡Esa es verdadera misericordia de parte de Dios!

¿Cuantos creen que para los hijos del infierno hubiera sido mejor no haber nacido? Por eso era misericordia cuando Dios ordeno a su pueblo matar a todos y cada uno de los amorreos, porque el plan de Dios era desarraigar la raíz de los amorreos, para que no crecieran más hijos del infierno.

¿Que ves tú en Dios? ¿Lo ves solo como el Cordero manso y humilde? ¿O lo vez también como el Dios que odia el pecado y la inmundicia del mundo? ¡Necesitamos verlo también como el hombre de guerra!

¡Que podamos entregarnos totalmente a aquel quien es la Perla de gran precio, pero como el mismo nombre lo dice, es necesario pagar un precio, ¿estás dispuesto a pagarlo?

!Que el Señor pueda manifestarnos una visión fresca de Su hermosura, para que una obra eterna sea hecha en nuestras vidas!


“Hermoso, hermoso eres Tú, Rosa de Saron, Lirio de los valles, y todo, si todo codiciable, hermoso, hermoso eres Tú.”


martes, 6 de julio de 2010

"EL TABERNACULO DE DAVID SERA LEVANTADO"

Hno. Oscar Bustamante
04/07/10


Amos 9:11 “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado.”

La frase “En aquel día”, que encontramos en este pasaje, se refiere al tiempo del fin, al día del Señor. Lo que este pasaje describe, es algo que el Señor hará en estos tiempos, mas sin embargo, es algo que aún no hemos vivido a plenitud. Dios levantara nuevamente el Tabernáculo de David.

El pueblo de Dios en general, tiene hoy en día esta condición, el tabernáculo de David esta caído, pero este día glorioso del que habla el pasaje de Amos, viene y muy pronto… ¿lo creemos hermanos?

Esto mismo me hace pensar, en cómo eran las cosas antes que el Tabernáculo de David fuera levantado, sin duda que la condición del pueblo en ese entonces, era la misma que hoy en día. En ese tiempo pasado, también hubieron personas que no participaron levantando el Tabernáculo, sino que quedaron al margen, y es exactamente lo que está sucediendo hoy en el cuerpo de Cristo.

Al meditar en esto, yo veía muchos personajes que no tuvieron parte en levantar el Tabernáculo de David, y quiero que juntos veamos a algunos de ellos:

JONATAN: “Un corazón no transparente”

1 Sam. 14:1 “Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.”

Jonathan, el muy amado amigo de David, vivió en la época en la que fue levantado el Tabernáculo de David, mas no participo de esto, a pesar de ser tan cercano a David. En esta historia vemos que Jonathan no manifestó a su padre, el rey, lo que iba a hacer. Esto no fue algo que surgió repentinamente, sino algo que Jonathan pensó y medito, y llevo a cabo.

Aquí puedo ver la importancia de una vida transparente, una vida que no oculta nada. ¿Cuantas cosas ocultas tenemos en nuestras vidas? ¿Cuántas de esas cosas son motivo de vergüenza, y por eso no las exponemos?

Mar. 4:22 “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.”

Dios conoce el corazón, y tarde o temprano, las cosas ocultas salen a luz. Recordemos a Caín pretendiendo ocultar a Dios la muerte de su hermano Abel, pero más allá de su intento de ocultar la verdad a Dios, recordemos que Dios ve más allá que el hombre, y que conoce lo profundo del corazón.

Hijos, ¿cómo está la relación con sus padres? Esposos, ¿cómo está la relación matrimonial? ¿Son acaso relaciones transparentes, o hay cosas que ocultar? Ovejas, ¿cómo es la relación con nuestros pastores?

Hechos 5 nos narra la historia de Ananías y Safira, y el precio que tuvieron que pagar, por no haber tenido un corazón transparente, por haber ocultado a Dios y ante los líderes, la verdad.

Podremos ocultar cosas ante los hombres, mas nunca ante Dios, porque Sus ojos y parpados examinan a los hombres. ¡Que podamos tener un corazón transparente ante Dios y ante los hombres!

UZA: “El peligro de la familiaridad.”

2 Sam. 6:6-7 “Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.”

Otra persona que vivió en el tiempo en que el Tabernáculo de David fue levantado, fue Uza, pero también quedo al margen y no participo.

Uza había pasado 20 años con el arca de Dios en su casa, quizá Uza se había familiarizado mucho con el arca, todos los días quizá la veía, y esa familiaridad se convirtió en un campo fértil que reprodujo desprecio e irrespeto.

Esto se puede ver también reflejado en matrimonios que se divorcian después de 40 o 50 años de vivir juntos, esa familiaridad hacia la misma persona por tanto tiempo, llega y se transforma en desprecio, asimismo Uza, por estar tan familiarizado, le perdió el respeto al arca, y la toco, sabiendo que el arca de Dios era santa, y no podía tocarse.

Este es un riesgo para todo cristiano, el acostumbrarnos a tal manera a la presencia de Dios, que luego perdemos el respeto, e incluso la llegamos a tener como una costumbre en la iglesia y en nuestras casas.

Mal. 1:13 “Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! Y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.”

Esto sucedió con el pueblo de Israel, ya estaban tan familiarizados con las ofrendas, que ya les producía fastidio hacerlas, he incluso las hacían mediocremente.

¡Oh que cada día que nos presentarnos delante del Señor, sea una experiencia nueva, que cada minuto en Su presencia, sea como una espiral, creciendo y creciendo en Dios, y que nunca nos acostumbremos a Su presencia!!

MICAL: “El menosprecio”

2 Sam. 6:16 “Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.”

Otra persona que vivió muy de cerca esta época es Mical, la esposa de David. Ella vivió en el tiempo en que el Tabernáculo de David estaba siendo levantado, presencio eso con sus propios ojos, fue testigo presencial, mas no participo. ¡Que tragedia! A pesar de ser tan cercana a David, no hubo nada de bendición para su vida.

Vemos en la escritura como ella fue desechada al despreciar a David, y la forma en que David alababa a Dios. Mical tuvo la oportunidad de haberse unido a esa alabanza y a esos canticos, mas no lo hizo.

Mat. 8:11-12 “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Este pasaje dice que los propios hijos del reino serán echados fuera, y es lo que sucedió con Mical, quien viviendo en la misma casa del Rey, fue desechada.

Cuando el Señor llega a nosotros y nos visita, tenemos 2 opciones: responder o no responder. Si respondemos, Dios se acerca a nosotros y nos da Su amor y presencia, más si no respondemos, Él se aleja.

Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos, porque pocos son los que responden al llamado del Señor, ese día glorioso viene, en el cual el Tabernáculo de David será restablecido, ojala podamos ser parte de ese día, y no ser únicamente espectadores, así como Mical, que mientras David alababa a Dios, ella solamente veía desde una ventana.

Luc 23:46-48 “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.”

Muchos son solo espectadores de “espectáculos”, así como estos que estaban viendo la crucifixión de Jesús, y asimismo hay muchos cristianos hoy en día, que asisten a las iglesias, mas solo van para ver el espectáculo, y no se meten en el rio de Su presencia.

Mical no solamente fue espectadora, sino que fue critica de la alabanza de David, y eso mismo ocurre con los espectadores en la iglesia, al nada más ser espectadores, se empieza a criticar a los hermanos, y la forma en que alaban al Señor.

¿Cómo llegamos a la iglesia? ¿Con que actitud llegamos delante del Señor? ¿Cuál es el propósito de llegar a la iglesia? Ojala que cada vez que asistamos a la iglesia, sea para entregarnos en espíritu, alma y cuerpo a la búsqueda del Señor.

El Señor restaurara el Tabernáculo de David, y lo hará pronto, mas no todos participaran, algunos se quedaran al margen, y eso será una tragedia eterna.

Dios tenga misericordia de nosotros, por algo dice la escritura que el que piense estar firme, que mire que no caiga… Dios quiera que no se escriban tragedias eternas de nuestras vidas, de nosotros que llegamos a cada servicio de la iglesia, sino que podamos responder, y hacer de la palabra recibida, carne en nuestros corazones.

Este mensaje, es un mensaje para cada uno de nosotros, porque más de alguna vez, hemos rechazado el acercamiento de Dios a nosotros, por lo tanto quiero que nos hagamos una pregunta:

¿Qué hacemos después de haber rechazado a Dios? ¿Abra un conformismo, o abra congoja en nuestros corazones?

Pidamos hoy una nueva oportunidad a Dios, pidamos hoy al Señor que nos acerque nuevamente a Él, mostremos congoja delante del Señor, y clamemos por Su misericordia.


“Tu vasija en las manos del Alfarero se echó a perder, sin esperanza estas, de tantas veces fracasar, oye hoy el clamor del Alfarero Celestial: Tu vasija arruinada la vuelvo a hacer.”