"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

lunes, 11 de octubre de 2010

"UN MENSAJE PARA LOS ABATIDOS"

Hno. Jose Ordoñez


Hace muchos años cuando yo estaba en el grupo de jóvenes, el líder estaba muy interesado en que como jóvenes cristianos nos desarrolláramos en el Señor, y designo a 3 jóvenes para que compartieran brevemente acerca de la unidad. “Curiosamente”, dos de ellos escogieron el mismo pasaje, el pasaje de Juan 17 cuando Jesús ora al Padre para que fueran uno solo, y el otro joven compartió algo totalmente distinto, pero siempre en el tema de la unidad. El Señor confirmo su palabra usando a esos dos jóvenes para que hablaran del mismo pasaje.

Esto se los menciono, porque hoy una profecía hablaba acerca de Isa. 12, donde la moradora de Sion se regocija en el Señor, y este es exactamente el último punto de mi predica. Dios está interesado en que ustedes y que yo crezcamos y no nos quedemos estancados con lo que tenemos, por eso es que El permite tantas confirmaciones en medio nuestro.

Dios tiene mucho más para nosotros, pero quiere encontrar hambre en nuestros corazones.

Isa.61:1-3 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”

Yo sé que este pasaje ha sido usado muchas veces como un mensaje evangelistico de salvación, pero quiero que veamos una pequeña frasecita que debe abrir muestro entendimiento para ver realmente a quienes va dirigido ese mensaje, está en el v.3: a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza.” Sabemos bien quien es Sion, este mensaje es para el pueblo de Dios, para la iglesia, para los abatidos, para los cautivos.

En esta iglesia, que representa una parte de la iglesia de Cristo, hay muchos afligidos, pero el Señor nos dice que ha venido a traernos gozo en lugar de nuestras aflicciones, trayéndonos nuevas fuerzas para caminar

Quiero que veamos primeramente, lo que el Señor dice para los enlutados y abatidos…

Isa. 35:3-4 “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”

Esta palabra es una certeza, es una declaración firme y segura, que todos los que están en Sion, pero para los que están desanimados y abatidos.

¿Qué quiere decir manos cansadas? ¿Alguna vez hemos estado tan cansados y sin fuerzas que no nos es posible agarrar nada en nuestras manos, y sin poder sostenernos en pie?

Entre más enterados estemos de los sucesos en el mundo, de las noticias que acontecen, más apocados estarán nuestros corazones, ya que cada suceso que pasa hoy en día es desanimadora, y provoca en nosotros un corazón apocado. Sin embargo, en medio de todo eso, Dios nos dice que El vendrá para fortalecer a sus hijos, para darnos Su fuerza y estabilidad. No se refiere a que El vendrá en su segunda venida, sino en Su venida a nuestro corazón para consolarnos.

Isa 41:17-18 “Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.”

Aquí encontramos nuevamente la certeza que Dios da a los necesitados y sedientos, a aquellos que tienen seca su lengua por falta de agua. Aquí Dios nos dice: “Jehová tu Dios te oirá”

Pero hermanos, ¿qué se necesita para que esto se cumpla? ¿Acaso debemos quedarnos de brazos cruzados? Alguien puede tener una gran necesidad, incluso puede estar muriendo, pero si no dice nada, no se podrá hacer nada por esa persona. Se necesita que todos aquellos afligidos, enlutados y menesterosos alcen su voz, y que expresen la gran necesidad del Señor. Entonces Dios nos asegura que escuchara el clamor del corazón, y prestara atención y nos salvara.

Estos clamores no son para ser prosperados, ni enriquecidos, es un clamor que sale del corazón menesteroso, de aquellas personas que miran su propia condición y ya no aguantan más, ese clamor, por el Agua viva es el que será escuchado.

Eso fue lo que sucedió con el pueblo de Israel en Egipto, Dios permitió que sus cargas fueran aumentadas, para que asi, ellos pudieran clamar de corazón, y allí fue donde Dios oyó ese clamor y los liberto. ¿Sera que Dios necesita aumentar nuestras cargas para que finalmente nosotros clamemos con verdadera necesidad?

Isa. 42:16 “Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.”

Dios está prometiéndonos a nosotros los necesitados, los ciegos, aquellos con necesidad de un guía, que El será nuestro guía en medio de las tinieblas. Hermanos, necesitamos la luz de Dios que nos guarde y preserve.

En cada uno de estos pasajes, podemos ver que el más interesado en ofrecer la salvación, es Dios mismo, aunque pareciera algo irónico, y muchas veces, nosotros somos los indiferentes. ¡Necesitamos que el fuego sea más intenso, para poder clamar de corazón!

Ahora veamos la palabra de Dios para los cautivos y presos en Sion…

Isa. 52:1-2 “Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.”

¿Sera posible que esta hija en medio del pueblo de Dios haya estado cautiva y que requiriera de la salvación de Dios? Si hermanos, y esa es la otra mitad de la obra que el Señor ofrece para Su pueblo en Isaías 61.

¿De qué se trata ese cautiverio? Se trata de aquellas cosas que tienen apresado nuestro corazón y que hacen que no amemos a nuestro Dios con el 100% de nuestro corazón. Son todos aquellos ídolos que nos impiden que nos entreguemos espíritu alma y cuerpo.

Isa. 58:6 “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?”

Esto es algo que el pueblo de Dios necesita, como parte de la obra de Dios en sus corazones. El ser libertados, el rompimiento de las ataduras.

Isa. 10:27 “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.”

La unción de Dios rompe todo yugo, y deshace las cadenas. Cuando yo crecí, estuve en iglesias pentecostales que creían firmemente en las liberaciones de espíritus inmundos. Cuando me vine a Hebrón, pude darme cuenta que no se enfatizaba tanto eso del ministerio de liberación, pero más adelante fui comprendiendo que Dios vino a traer liberación a los cautivos, a través de la unción de Su espíritu. Cuando la presencia de Dios y Su unción tocan nuestras vidas, traen liberación de ataduras, deshacen y pudren las cadenas, por eso es importante que si tenemos atadaduras, sigamos presentándonos día tras día en Su presencia.

Hchs. 12:6-7 “Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.”

Este es un ejemplo real de cómo Dios manda liberación a sus hijos. La luz del Señor resplandeció, y entonces las cadenas fueron tiradas. Recordemos esto hermanos, la unción del Señor rompe todo yugo.

Hchs. 16:23-26 “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”

Este es otro ejemplo en la vida de Pablo. Vemos como nuevamente a través de la unción del Señor rompieron esas cadenas de los presos, y que abrió las puertas de las cárceles. ¿Nos interesa ser libres de nuestras cadenas? Entonces debemos dedicarnos más a la búsqueda del Señor. El Señor provee las oportunidades para exponernos a Su unción, y solo está esperando a que nosotros nos acerquemos y las aprovechemos.

Mat. 11:28-30 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

El Señor les ofrece a los cansados, el romper sus yugos, pero porque le interesa poner sobre sus cuellos, Su yugo que es fácil de llevar y que trae descanso.

Isa. 12:1-6 “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.”

¿Por qué tenía este capítulo en el final de mis notas? Porque el fruto de una vida que ha experimentado la salvación del Señor, es sacar las aguas con gozo. Dios no quiere que caminemos afligidos, sino que gozosos a pesar de las pruebas.

El Señor tiene esta palabra para Su iglesia hoy, llenarnos de Su gozo, traer buenas nuevas a los enlutados y llenar de fuerzas a los debilitados.

David cuando peco con Betsabe, clamo a Dios por que el gozo de su salvación fuera vuelto a su vida. Si nosotros no tenemos Su gozo en nuestras vidas, significa que algo, algún pecado, falta de perdón, etc está estorbando esas fuentes de gozo.

¡El Señor quiere volvernos el gozo de Su salvación!

“Recordad que Su nombre es exaltado, recordad que Su nombre es exaltado, magnificas cosas ha hecho el Señor, toda la tierra lo sabrá, regocíjate y canta moradora de Sion, regocíjate y canta moradora de Sion, pues grande es, en medio de ti, grande es el Santo de Israel.”