"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 25 de abril de 2010

¿ESTAMOS EN CRISTO JESÚS?

Hno. Don Donaldson

25/04/10


En la Biblia aparece más de 100 veces la frase: “en Cristo Jesús”, pero ¿cuantos de nosotros entendemos esa frase? ¿Cómo sabemos realmente si estamos en Cristo Jesús?

Esto podemos entenderlo de mejor manera con el siguiente ejemplo: todos somos humanos y estamos en la humanidad, pero ¿cómo llegamos a estar en la humanidad?! Para eso, tuvimos que nacer; y de igual manera sucede para estar en Cristo Jesús, debemos nacer de nuevo, y ser parte de la iglesia de Jesucristo.

Ser parte de la comunión con la iglesia, incluye ser consolados en medio del sufrimiento, las pruebas, y adversidades que podamos estar pasando…

¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DEL SUFRIMIENTO?

¿HABRÁ ALGUNA MANERA DE AGUANTAR EL SUFRIMIENTO?

El creyente no debe rendirse ante el sufrimiento, no debe ser así para los que están en Cristo Jesús, porque tenemos un punto de vista totalmente contrario acerca del sufrimiento que viene a nuestras vidas. En cambio, para el impío es una vergüenza sufrir, debido a que eso no es aceptado por la sociedad, y todos buscan la manera de huir del sufrimiento.

Cada uno de nosotros está sufriendo en alguna área de nuestras vidas, crisis económica, enfermedades, etc., y esto hace que el sufrimiento sea un desafío a nuestra fe. Es una confrontación grande a nuestra confianza en Dios y a nuestra fe en El.

Todos y cada uno de nosotros tenemos una enfermedad incurable: la carne. Y la carne debe morir, y eso trae sufrimiento. ¿Habrá esperanza en medio de este sufrimiento?

Si tu estas sufriendo, recibe la palabra de Dios, que el cuerpo de Cristo sufre juntamente contigo, ese es el respaldo de la comunión con los hermanos de la fe.

Veamos que dice Pablo acerca del sufrimiento…

Rom. 8:18 “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.”

Esta es la esperanza del creyente en medio del sufrimiento, y es que el sufrimiento no tiene comparación con la gloria que vendrá más adelante. Este sufrimiento no es eterno, terminara en la gloria que el Señor ha prometido darnos. Aunque largos días y noches de sufrimiento nos atormenten, eso no se compara en lo mínimo a lo que Dios tiene preparado para nuestras vidas.

¿Cómo debemos pasar el sufrimiento?

Con PACIENCIA, aguardando en esa esperanza que no vemos, pero a la cual podemos aferrarnos confiadamente. (Rom. 8:24-25)

Muchas veces cuando nos encontramos sufriendo, nuestra reacción es gemir delante de Dios, esperando su salvación, y allí es cuando Dios responde, ya que el gemido, es una manifestación del sufrimiento que hay en nuestro interior.

Más adelante, en este mismo pasaje de Romanos, Pablo nos menciona que hay 3 cosas que gimen:

· La naturaleza:

Rom. 8:19-22 “Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora.”

Aquí vemos el gemir de la naturaleza, de la creación, ya que está buscando esa manifestación de la venida de Dios, para acabar con la maldad y maldición que hay en esta tierra.

· Nosotros mismos:

Rom. 8:23 “…y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.”

Nosotros mismos gemimos por esperar la redención y transformación de nuestros propios cuerpos de pecado, a cuerpos glorificados; aun siendo las primicias del Señor. ¿Anhelamos esto ansiosamente? ¿Estamos gimiendo delante del Señor? Debemos hacerlo, ya que esto es lo único que acabara con el sufrimiento: el recibir esa redención por parte del Señor.

· El Espíritu Santo:

Rom. 8:26-27 “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.”

Los gemidos del Espíritu, son los que nos guían en oración cuando estamos en medio de ese sufrimiento, debido a que la carne no sabe pedir correctamente. El Espíritu escudriña nuestros corazones, y nos guía según Su voluntad.

Al ver lo anterior, debemos tener confianza y alegrarnos, de que el Señor está intercediendo por nuestras vidas, y que Su anhelo es cumplir Su voluntad en nosotros.

Ahora, para finalizar, quiero darles tres advertencias:

· No debemos minimizar el valor de sufrir:

El sufrir hará que busquemos más y más al Señor. El valor de sufrir es que nos hará estar más cerca de Dios.

· No debemos minimizar la gloria que viene:

Tendremos un cuerpo glorificado, no abra más maldición de pecado, y viviremos eternamente con El.

· No debemos minimizar el sufrimiento de Cristo Jesús:

Esto es debido a que Su sufrimiento, fue el que nos hizo salvos, ese precio pagado con sangre, es el que nos llevara a la gloria que venidera.

A cada uno de ustedes que está sufriendo hoy por diversas causas, los dejo con la esperanza de la que hablaba el apóstol Pablo, una esperanza que no está disponible para los impíos, una esperanza a la cual podemos aferrarnos confiadamente: la Trinidad está gimiendo por nosotros.

¡Que esperanza más gloriosa!



“Oh Señor, clamamos ante Ti, pues grande es nuestra cautividad, nuestras lagrimas corren como rio, derramando nuestro corazón, si no vuelves nuestra cautividad, la niña de Tus ojos morirá, haz Tu obra en Jerusalén, para gloria de Tu nombre será.”




viernes, 23 de abril de 2010

"LA VIDA DE NOE Y JESUS."

Hno. Carlos Ortiz

22/04/10


Mi clamor en esta hora es, que esta sea una palabra que sane los corazones y que deje un fuego en cada uno de nosotros.

Gen. 6:5-11 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová. Estas son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, era perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé. Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam y a Jafet. Y se corrompió la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.”

Vemos aquí, el inicio de la historia de Noé y el arca… una historia muy fascinante para los niños, pero que a nosotros también nos deja muchas lecciones importantes. Veamos dos de estas lecciones:

· Noé halló gracia delante de los ojos de Jehová:

Heb. 11:7 “Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.”

Noé es la segunda persona de fe. A lo largo de ciento veinte años el fue considerado loco, porque estaba edificando un arca lejos del agua, porque debemos recordar que nunca había llovido sobre la tierra. Mas su fe, le hizo hallar gracia delante de Dios.

Gracia en el hebreo, un su forma plural expresa gratitud, porque cuando recibimos gracia obtenemos una nueva gratitud en el corazón. Como en el caso de Ester, el hallar gracia delante de rey, trajo gratitud en su corazón, porque si no hubiera hallado esa gracia hubiera sido muerta.

· Noé se apartó de la maldad que había en la tierra:

Jer. 4:19 “¡Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré; porque sonido de trompeta has oído, oh alma mía, pregón de guerra.”

En estos versos vemos la condición del corazón de Dios al ver la maldad de Su pueblo, no únicamente en los tiempos de Noé, sino que también en los tiempo del profeta y aún más en estos tiempos finales, que son, como los tiempos de Noé, días llenos de violencia e inseguridad. (Gen. 6:11)

Ahora veamos algunas enseñanzas importantes acerca del arca:

· El arca de Noé, es figura de la Iglesia de Cristo.

· Solo Noé y su casa entraron: El Señor quiere que entremos a Su presencia y a Su reposo en familia. No únicamente los padres, sino las familias completas.

· Llovió durante cuarenta días: Cristo estuvo en el desierto por cuarenta días también. Esta era la voluntad de Dios, para conservar la humanidad sobre la tierra.

· Crecieron mucho las aguas: Hoy día, existen dos ríos… ¿En qué río estamos nosotros? ¿En el río santo o en el río impío?

· Murió toda carne que se movía sobre la tierra: Nuestra carne tiene que morir, debemos tomar nuestra cruz y seguir a Cristo.

Meditemos en algunas de las características del arca:

· Era construida de madera: Esto nos habla de la humanidad, de nosotros mismos.

· Era calafateada por dentro y por fuera: Asimismo nosotros tenemos que tener la redención de Cristo en nosotros por dentro y por fuera, no debemos estar viviendo la vida, aparentando lo que no somos.

· Tenía una sola ventana: Esto nos habla que nosotros debemos tener una sola mirada, la mirada puesta en el Señor.

· La puerta: Debemos entrar por la puerta que es Cristo, y la forma de entrar a su casa todos los días es por medio de la oración y alabanza.

· Las medidas:

300 codos: nos habla de caminar con Dios.

30 codos: nos habla de ser siervos de los demás, porque los sacerdotes empezaban a ministrar a los treinta años, es necesario aprender a servir.

50 codos: nos habla de liberación, los sacerdotes dejaban de servir a los cincuenta años, así nosotros tenemos que ser liberados de lo que somos.

Siempre he tenido un clamor por ser diferente y caminar con Dios…

En proverbios vemos que la sabiduría está clamando por todos lados, esa sabiduría es Cristo, y siempre está llamando a nuestro corazón. Cristo es perfecto, el murió para salvarnos del pecado, porque el juicio no vendrá mas no con agua, como lo fue en días de Noé, sino con fuego.

Tenemos que acordarnos del pacto que Dios hizo con Noé, porque es un pacto que también Dios ha hecho con nosotros, un pacto donde la humanidad hayo gracia ante Sus ojos.

En lo personal yo sé que he hallado gracia delante de Él… yo soy huérfano, no tengo padre ni madre, pero ustedes son mis parientes, mis hermanos mi padre y mi madre. He hallado gracia delante de Dios, porque estoy en este lugar, donde hay una paz inconcebible. De no haber hallado esa gracia y si no estuviera hoy aquí, seguramente ya hubiera muerto, si no es en lo físico estuviera hundido en el cieno profundo, espiritualmente hablando.

Debemos tener un clamor por las personas que se han descarriado, por aquellas personas que aún no hayan gracia ante los ojos de Dios, para que ellos se vuelvan, con un corazón contrito y humillado.

¿Nos va bien con el Señor? Nuestro Dios nos ha mostrado Su gracia día con día, vez tras vez, así que ojala que nosotros anhelemos vivir para el Señor y hacer todas las cosas como para el Señor.

¡Que permanezcamos en los caminos de Dios, en el arca de Dios!



“Al estar en Tu presencia, clamamos a Ti, que seamos fieles, y alcancemos lo que Tú tienes para nosotros, Señor, que seamos fieles a Ti.”



domingo, 18 de abril de 2010

"VERDADES EN EL LIBRO DE ISAIAS."

Hno. Jose Ordoñez

18/04/10


Quiero que comencemos a ver una serie de verdades preciosas basándonos en el libro de Isaías, no será un curso extensivo del libro, sin embargo, esto que veremos son verdades que han ministrado mi propia vida, y sé que serán de bendición para ustedes también.

El libro de Isaías es quizá el libro más citado en el Nuevo Testamento, en los evangelios y en las cartas, y la razón de esto es porque este libro apunta al mensaje de salvación de Dios hacia su pueblo.

El libro tiene una serie de cumplimientos, tanto en la primera venida como en la segunda, por eso es importante conocer estos mensajes, mensajes que Isaías dio, acerca del Mesías.

En este libro, muchas veces se mencionan las frases “en aquel tiempo” o “en aquel día”. Estas frases se refieren a nuestro tiempo, por eso entendamos que Dios tiene propósitos para nosotros, quienes hemos alcanzado los fines de los tiempos; ya que estas no son solo historias, sino mensajes importantes.

Comenzaremos viendo en el primer capítulo, el mensaje que de entrada, Isaías da al pueblo. El ímpetu del mensaje, desde el inicio es para los hijos de Dios.

Isa. 1:2-6 “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.”

¡Qué mensaje para los hijos de Dios! El Señor dice: “Yo crie hijos…” y no está hablando de hijos bastardos, sino de hijo verdaderos de Dios, pero que voluntariamente han tomado la decisión de darle la espalda a Él. Para ellos es este mensaje.

Entonces, ¿ES PARA NOSOTROS ESTE MENSAJE? ¿LE HEMOS DADO LA ESPALDA A DIOS?

Meditemos por un momento, y veamos si este pueblo había continuado con sus sacrificios, dando sus ofrendas, y haciendo todo lo que el Señor les pedía…

Isa. 1:12-16 “¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.”

En estos versos, está hablándoles a personas que habían continuado con los holocaustos, con los sacrificios, etc., como si todo estuviera normal, y creo que precisamente en esta condición es donde debemos examinar nuestro propio corazón.

Este mensaje, en este punto preciso, no es un mensaje de salvación a los perdidos, pero si es un mensaje para el pueblo de Dios que le ha dado las espaldas a Él, viviendo como aparentes cristianos.

Isa.1:9 “Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.”

¿Qué paso con Sodoma y Gomorra? Esas ciudades fueron destruidas totalmente, al punto que no tuvieron memoria más de ellas, pero a diferencia de esas ciudades, con un pequeño remanente, Dios dejo con vida a su pueblo Israel. Hay diferencia entre ambos juicios, entre el juicio a Israel y Sodoma y Gomorra.

El trato para los hijos de Dios es fuerte, pero con misericordia, este es el mensaje de Isaías. El menciona que hay esperanza si existe arrepentimiento en el pueblo, y si se lavan de su maldad.

¡Esto es lo único que nosotros podemos hacer! Arrepentirnos de nuestra maldad y esperar la misericordia de Dios y Su salvación.

Isa. 1:17-18 “Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Que no vivamos una vida desinteresada, Dios dice a su pueblo, que se acerque, que hagan cuentas y de esa manera estarán bien. Lo más seguro es que nuestras cuentas, serán negativas, saldremos mal de ellas, pero el Señor está dispuesto a saldar esas cuentas.

Isa. 1:19-20 “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

El Señor nos lleva a un punto donde debemos decidir, y en el momento donde llegamos al Señor, se espera de nosotros una respuesta… si respondemos a Él, seremos llenos de bien, pero si no respondemos, seremos consumidos a espada, juicio vendrá a nuestra vida. Y justamente al terminar este mensaje, mostraremos cual será nuestra respuesta al Señor, ya que nuestra respuesta no se hará esperar, nuestra actitud la dirá.

Sal. 81:8-9 “Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, no habrá en ti dios ajeno, ni te inclinarás a dios extraño.”

Depende de que nosotros oigamos la voz del Señor, para que no tengamos ídolos en el corazón. Oír es equivalente a obedecer, a hacer lo que Él nos diga. Si lo oímos, entonces cumpliremos sus mandamientos, de esto depende que se puedan cumplir todos los mandamientos: oír y obedecer.

Pero muchas veces no nos conviene oír, por eso no obedecemos, y aunque no lo digamos con nuestras bocas, nuestros hechos muestran esa desobediencia a Dios.

Isa. 2:10 “Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad.”

Aquí sigue el mensaje de Dios para tratar con sus hijos. El mensaje es para la casa de Jacob, hijos verdaderos, y les dice que se pongan en resguardo de Su presencia y majestad, porque algo sucede cuando Él se manifiesta.

Isa. 2:11-17 “La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.”

Aquí el mensaje es dirigido al orgullo, y a todas y cada una de sus manifestaciones, para que al final, solo Jehová sea exaltado. Vemos al Señor viniendo a derribar todo aquello que la carne quiere exaltar. Dios tiene una forma de derribar todo aquello. ¡Pero todo depende si nosotros oímos y obedecemos, y decidimos no ser rebeldes! Recordemos que al corazón contrito y humillado, Dios no lo desecha, ¿creemos esto?

Luc. 18:22-24 “Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”

El joven rico, fue confrontado, él debía escoger entre Dios y las riquezas. Vemos que ese joven se entristeció de tal manera, ¡que Jesús lo noto!

¿ABRA ALGO EN TU VIDA QUE SEA DE TANTO VALOR, QUE LA PREFIERAS EN VEZ DE DIOS?

¿HABRÁ ALGO QUE TE PROVOQUE TANTA TRISTEZA QUE ASOMBRE A DIOS?

¿SI EL SEÑOR ESCOGIERA QUITARTE ÁREAS DEL CORAZÓN QUE AMAS, COMO REACCIONARIAS?

Luc. 19:1-6 “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”

Zaqueo fue confrontado de la misma manera que el joven rico, pero Zaqueo recibió gozoso a Jesús, y cuando Jesús le explicó su plan, reacciono de manera distinta…

Luc. 19:8 “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”

Zaqueo respondió, y prefirió la salvación de Dios, y no a las riquezas. Probablemente el quedaría pobre, al devolver y dar sus riquezas a los pobres, pero vemos lo que es importante, y esto es lo que Jesús dijo al ver su actitud:

Luc. 19:9 “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.”

Jesús dijo que la salvación había llegado a Zaqueo, porque el estorbo que eran las riquezas, estaba siendo quitado, ¡por eso es que Zaqueo estaba gozoso!

Al momento de tomar una decisión, las respuestas de estos hombres fueron muy diferentes, y marcaron sus vidas eternas…

¿QUE DIRÁ ETERNAMENTE EL JOVEN RICO DE ZAQUEO?

¿QUÉ DIRÁ ZAQUEO ETERNAMENTE DEL JOVEN RICO?

¿QUE SERÁ DE NOSOTROS CUANDO NUESTRA ALTIVEZ VENGA A SER DERRIBADA, CUANDO NUESTROS CEDROS DEL LÍBANO VENGA A SER DESTRUIDOS?

¿ESTAMOS DISPUESTOS A RENDIR TODO A LOS PIES DEL SEÑOR?

¿O NO ENTREGAREMOS AQUELLO QUE ES DEMASIADO VALIOSO?

Para terminar, veamos que sucede con el Líbano, con Basan y con Tarsis…

Cant. 3:9 “El rey Salomón se hizo una carroza de madera del Líbano.”

Hay esperanza de salvación, porque el Líbano cuando es derribado, cuando su majestuosidad es destruida, el Líbano todavía puede ser usado como madera, para fabricar la carroza del Rey de reyes, pero es necesario que el Líbano diga: “Si Señor, estoy dispuesto.”

Sal. 68:15 “Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.”

¿Es Basán monte de Dios? Si, Dios puede agarrar a un orgulloso y altivo como tú y yo, y destruirlos, pero para que Él sea el Dios de ese monte, porque Dios quiere ser conocido como el Dios del monte de Basán, pero antes hay que pasar por un derribamiento, por una humillación a nuestro orgullo.

Sal.72:10 “Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.”

Tarsis será escogido para ofrecer dones al Señor, para servirle y para postrarse delante de Él. Hay esperanza también para Tarsis, debido a la gran misericordia de Dios.

Lo que vemos en el capítulo dos de Isaías, es que el propósito final de Dios es deshacer el orgullo de nuestras vidas, y que tengamos un corazón puro, recto y perfecto. No es para deshacer nuestras vidas, como lo hizo con Sodoma… sino que a ese remanente que agacha su cabeza, el Señor después los levanta, los hace ser como Líbano, como Basán y como Tarsis.

¿QUIERES TU LLEGAR A SER HONRA Y GLORIA PARA EL SEÑOR?

¿QUÉ META PODRÍA SER MÁS IMPORTANTE QUE ESA?

¡Que podamos temblar al oír la voz de Dios, y que oigamos y obedezcamos!



“Lo he visto, y conocido, y se digna andar conmigo, y la gloria de Su presencia, mía será eternamente, oh la gloria de Su presencia, oh la belleza de Su rostro, soy de Él, si de Él, para siempre, me ha ganado, con Su amor.”



jueves, 15 de abril de 2010

"EL DIOS DE RESTAURACIÓN."

Hno. Juan Pablo Leonardo

15/04/10

Quiero empezar haciéndoles una pregunta: ¿Cuántos creemos que Dios es un Dios de restauración? Dios ama restaurar a Sus hijos, así que hoy veremos algo acerca del Dios de restauración.

Hchs. 3:19-21 “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.”

En este pasaje vemos que la restauración tiene que ver con el arrepentimiento, y que la venida del Señor está relacionada con restaurar todas las cosas.

Mal 4:5-6 “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición.”

Tal como sucedió en la primera venida, el Señor va a mandar primero a sus mensajeros para traer esa anhelada restauración a Su pueblo.

Nah. 2:2 “Porque Jehová restaurará la gloria de Jacob como la gloria de Israel; porque saqueadores los saquearon, y estropearon sus mugrones.”

Vemos en repetidas ocasiones que el mensaje de los profetas, los mensajeros de Dios, es el mismo: el Señor va a restaurar la gloria de Israel, su pueblo.

Así que, entendiendo lo anterior, ¿quién más nos puede enseñar acerca de restauración? Nadie mejor que el profeta Nehemías, entonces vamos a ver algunas lecciones que él nos enseña…

Neh. 1:1-2 “Palabras de Nehemías hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año veinte, estando yo en Susa, capital del reino, que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén.”

· Debemos tener una carga por el pueblo de Dios:

Al igual que Nehemías, cada uno de nosotros debiera tener una carga genuina por nuestros hermanos, por aquellos que se encuentran en cautividad. No una carga pasajera, sino permanente.

Neh. 1:3 “Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia, están en gran mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego.”

En la Biblia, los muros nos hablan de protección, pero aquí en este pasaje vemos que los muros de Jerusalén habían sido destruidos, y había caído el pueblo de Dios…

Sal. 51:18-19 “Haz bien con tu benevolencia a Sion; edifica los muros de Jerusalén. Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, el holocausto u ofrenda del todo quemada; entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.”

Según el salmista, habrá un tiempo cuando los muros serán reconstruidos, entonces la alabanza va a ser grata a Dios.

Ahora, es importante que sepamos qué actitud tomar, ya que hay diferentes actitudes que nosotros podemos asumir al ver a alguien que cae:

· Hacernos los santos y decir: “Que barbaros… yo nunca haría eso.”

· Hacer uso de la autocompasión: “Pobrecito, ¿Qué le habrá pasado?”

· Manifestar indiferencia: “Que cada quien viva como quiera”

Pero nuestro Dios, no es un Dios de autocompasión, ni un es indiferente, Él es un Dios de RESTAURACION, y Él se fija en nosotros.

Neh. 1:4 “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.”

· Debemos adoptar la actitud correcta:

Nehemías tenía una actitud correcta acerca de lo que estaba sucediendo en el pueblo, el hizo duelo por el pueblo de Dios, no mostro autocompasión, ni mucho menos manifestó indiferencia, Nehemías oro y ayuno delante del Señor.

1 Cor. 2:14-16 “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie. Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”

Como creyentes, tenemos que ayunar para que el hombre natural se debilite dentro de nosotros, para que estemos rendidos totalmente al hombre espiritual, para que nos deleitemos en la ley de Dios y para que estemos atentos a la necesidad del pueblo del Señor, y de esa manera, llegar a tener el corazón de Dios.

Neh. 1:4-5 “Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos. Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos.”

Nehemías reconoció donde estaba Dios (en los cielos), y el poder de Dios (fuerte y grande) y también vio lo temible de Dios. Así mismo nosotros tenemos que ver el poder de Dios para saber que Él puede y tiene el poder de restaurar a cualquiera, ya que para el Señor no hay nada difícil ni imposible. Debemos reconocer que Dios es un Dios temible. En la biblia vemos que aun los hombres más santos caían como muertos ante la presencia de Dios.

Dios es un Dios que guarda el pacto, por eso debemos reconocer que es un Dios fiel, y que muestra misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos.

¿Pero qué hombre cumple con esos dos requisitos? El que cumple estos requisitos es el hombre interior en nosotros, el hombre espiritual.

En el siguiente verso, veremos lo más precioso de la oración de Nehemías…

Neh. 1:6 “…esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado.”

· Nehemías se idéntifica con el pecado del pueblo, él dice: “…hemos cometido contra ti…”, y seguramente oraba de esa manera porque cuando uno peca, todos sufren. No tenemos que criticar a los demás, sino identificarnos con ellos.

Lo que aprendemos de Nehemías, quien trajo restauración al pueblo, es que él se identificó con los pecados del pueblo aunque tal vez él vivía una vida piadosa.

· Nosotros tenemos que presentarnos delante de Dios con arrepentimiento, con aflicción en nuestros corazones, para traer restauración somos nosotros los primeros que tenemos que arrepentirnos.

· Vemos que era tanta la carga que Nehemías tenía por el pueblo de Dios, que no pudo cambiar su rostro cuando entro con el rey, él estaba intercediendo por el pueblo de Dios. Asimismo nosotros debemos ser intercesores de nuestros hermanos.

Heb. 7:24-26 “…mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable; por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos.”

El Señor vive para interceder por nosotros, así que nosotros tenemos que entrar a Su presencia para interceder, pero no por nosotros mismos, nosotros somos los que tenemos que ponernos en la brecha e interceder por nuestros hermanos. Este es un tiempo para ponernos a interceder por el cuerpo de Cristo.


“Sumo Sacerdote, lleno de merced, el Cordero murió por mí, se muestra compasivo, intercede por mí, mi pecado perdono, El que murió por mí, y me da libertad, se conmueve por mi debilidad, Cordero del Calvario, en Tu gran bondad, termina Tu obra en mí.”




lunes, 12 de abril de 2010

"EL DIOS DE JACOB."

Hno. Juan Carlos Morales

11/04/10

Empezaremos viendo cuatro cosas con las que está relacionado el Dios de Jacob:

· La relación:

Sal 46:7,11 “Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.”

El Dios de Jacob está interesado en un relación con Su pueblo, El anhela esa relación, estar con nosotros y que seamos Su morada. (Sal. 132)

· La Protección:

Sal 20:1 “Jehová te oiga en el día de conflicto; el nombre del Dios de Jacob te defienda.”

El Dios de Jacob, nos ampara con protección en medio de los conflictos y provee ayuda en medio de nuestras circunstancias.

· La Ayuda:

Sal 24:4-6 “El limpio de manos y puro de corazón; el que no ha elevado su alma a cosas vanas, ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, y justicia del Dios de salvación. Tal es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.”

El Dios de Jacob da los requisitos para subir al monte de Dios. El Dios de Jacob está relacionado con bendición, con provisión, con la ayuda de Dios. Pero el contexto es una caminata de justicia con El.

· El Gozo y dicha:

Sal 146:5 “Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en Jehova su Dios.”

El Dios de Jacob está relacionado con gozo, con dicha, y provee esperanza para aquel quien en El confía.

Después de haber visto estas características, del Dios de Jacob, ahora veamos la vida de Jacob…

Gen 28:10-11 “Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar.”

En este pasaje vemos el inicio del viaje de Jacob, un viaje parecido al de Abraham, pero también con una gran diferencia. Ambos estaban saliendo de su tierra pero, Abraham iba con su familia, y se dirigía a la tierra prometida, pero Jacob iba solo, y estaba saliendo de la tierra prometida.

Muy diferente al viaje de su abuelo en esos aspectos.

En la Biblia, vemos que la característica principal de Jacob era debilidad, falta de fuerzas.

Su nombre en el hebreo es un sustantivo y un verbo: “Talón/tacón” (Sust.) y: “Seguir/engañar” (Verb.)

En resumen podríamos decir que su nombre significa: “El que sigue en el talón.”

Cuando Jacob nació, venía tomado del calcañar de su hermano, así que seguramente su papá tomó el sustantivo de la palabra para ponerle el nombre a Jacob, porque venía tomado del talón de su hermano.

Jacob nació en una familia piadosa, aun con la influencia de Abraham, y él llegó a ser un amador de las cosas de Dios, de las cosas que su padre y su abuelo tenían, él tenía a alguien piadoso a quien admirar.

LOS JÓVENES TIENEN QUE TENER A ALGUIEN PIADOSO A QUIEN ADMIRAR, PORQUE ELLOS SIEMPRE VAN A PONER SUS OJOS EN ALGUIEN MÁS, ¡OJALÁ QUE SEA ALGUIEN PIADOSO!

No sabemos muchos detalles de la juventud de Jacob pero, entre las pocas cosas que se nos revelan en las Escrituras, vemos que él sabía cocinar, y debemos entender que Jacob no le robó la primogenitura a Esaú, sino que Jacob se la cambio por un plato de comida. Esaú dijo: “Ya me ha suplantado dos veces…” mas eso no era cierto, porque Esaú la menospreció una sola y primera vez.

Gen 25:27 “Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón quieto, que habitaba en tiendas.”

Aquí vemos que Jacob era varón quieto, pero no en el significado que conocemos actualmente de “quietud”. Esa palabra en el hebreo significa: “Perfecto, integro”, es la misma palabra que se utiliza para describir a Job, cuando se dijo que él era un hombre perfecto y recto. (Job 1:1)

Eso es lo que la Escritura dice acerca de Jacob, mas sin embargo siempre tenemos la tendencia de pensar y creer que Jacob no se portaba bien, y hasta lo catalogamos como un hámster de la mafia, pero la Biblia dice que era perfecto.

Gen. 17:1 “Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”

En esta cita, vemos la misma raíz de la palabra hebrea que es usada para hablar de la perfección de Jacob, él era una persona de convicción, una persona que había aprendido mucho de su padre, aunque esto no quiere decir que Jacob no fallara.

Ahora veamos cómo trabaja el Dios de Jacob…

· Gen 28:12-13 “Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella. Y he aquí, Jehova estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.”

En este pasaje, Jacob está emprendiendo el viaje, y vemos que estaba dormido. Él había participado en el engaño a su padre, pero Dios se le aparece de pura gracia, Jacob no hizo méritos para que Dios se le apareciera en sueños, y mucho menos después de lo que acababa de hacer. El ve una escalera, como mostrándole que le era necesario subir, como indicándole que hay una vida celestial, una caminata cuyo final es Dios mismo.

Vemos aquí a Dios revelándose a Jacob con un encuentro personal, eso hizo un cambio en el corazón de Jacob, y nosotros necesitamos eso también, no solo necesitamos que nos prediquen, sino que necesitamos una relación con Cristo, personal.

· Gen. 28: 14-15 “Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho.”

El Señor le promete guardarlo he ir con él, le hace la promesa que lo iba a volver a la tierra prometida. Aquí vemos como trabaja el Dios de Jacob, que sin méritos nuestros, Él trabaja en nosotros. “No te dejaré hasta que haya hecho en ti lo que te he dicho” ¡Que Dios es el Dios de Jacob!

Luego Jacob se levanta y dice: “No sabía que Dios estaba aquí” Y levantó una especie de altar, ungió la roca como una respuesta espontánea al amor de Dios para con él. Él se da cuenta que el Señor quiere hacer su morada en la tierra, el desciende para entrar con los hijos de los hombres, y no solo individualmente, sino como familia, como casa.

· Gen. 28:20-22 “E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.”

Jacob al hacer este voto, estaba reconociendo que se necesita un milagro para sobrevivir, porque no llevaba nada y no sabía a donde iba.

Ese es el Dios de Jacob, se necesitaba un milagro Suyo, para volver en paz, y completo a la tierra de Canaán. Así que Jacob sigue su camino y consigue trabajo, en esa experiencia él conoce al Proveedor. Además de conseguir trabajo, consigue a su familia, sus esposas e hijos. Encontrar esposa también es un milagro recibido de Dios.

Pero más adelante, Labán lo engaño y sacó siete años de trabajo extra para que el pudiera llevarse a la segunda esposa, la que él amaba. En esos años la familia de Jacob fue creciendo y haciéndose numerosa, pero los problemas también empezaron a crecer.

· Gen 31:1-5 “Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza. Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes. También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo.”

El Señor estaba con Jacob, él atribuye que su suegro Labán no le había hecho nada porque Dios lo estaba protegiendo. Asimismo es en nuestras vidas, si el Señor está con nosotros, estamos protegidos por Dios. Aún más adelante cuando Labán lo va persiguiendo Dios le dice a Labán que se cuide de hablarle descomedidamente a su siervo Jacob.

· Gen. 31: 38-41 “Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces.”

¿Era Jacob engañador? Él tenía el ganado de su suegro, y reponía lo que se perdía, lo que Labán le reclamaba, él lo reponía, le cambiaban el sueldo, pero él seguía trabajando.

¡Quizá muchos quisieran “engañadores” como Jacob en el trabajo!

Porque él era integro, y aun no había recibido el encuentro con el ángel para ser cambiado…

Pero el sigue su camino, y le dicen que viene Esaú con 400 hombres…

Y el otra vez se encuentra solo, débil, y perdido en la batalla, contra ese ejército, pero Dios le había dicho que él lo iba a proteger.

Así que el encuentra al ángel y pelea con el: “No te dejaré si no me bendices” (Gen. 32:24-26)

Él se acordaba del encuentro con Dios en Betel, y él quería que le sucediera lo mismo que en aquella vez, él quería un encuentro con Dios.

El ángel le pregunta: “¿Cuál es tu nombre?”

Jacob responde: “El que está en el talón, el que está abajo, el que está siendo pisoteado pero por mi familia, y el que está susceptible a hacer lo mismo que hice con mi padre porque me están pisoteando”

Allí es donde Dios le cambia el nombre, de Jacob a Israel.

Israel en hebreo significa: “Ministro, príncipe, cantor” (Sust.) y: “Luchar” (Verb.)

¿Por qué Jacob no se volvió antes a su tierra?

Él fue engañado 10 veces por Labán, ¿por qué no se regresó a la quinta vez? ¿Cuántas veces hubiéramos aguantado nosotros?

Pero el regresó hasta la décima vez en que fue engañado, porque hasta entonces Dios le dijo que él tenía que regresar. Jacob tenía una relación con Dios, y hacia lo que Él le ordenaba.

Pero los problemas no se acabaron cuando Jacob llegó a Canaán. Su familia tenía malas relaciones entre ellos, y el resultado de eso fue que para Jacob, “mataron a José”, él hizo luto muchos días.

De esa forma ¿Cómo vamos a ser de bendición a las otras naciones? ¿Cómo vamos a ser de bendición si vivimos de luto?

Jacob se apagó, se desanimó, y no encontramos en esos capítulos que Dios le hable a Jacob, porque cuando entramos en desanimo, cuando hay duda e incredulidad, Dios nos puede estar hablando pero no lo escuchamos… porque estamos centrados en nosotros mismos.

¡Tener esa actitud es estar en la penosa cruz, no en la cruz gloriosa de Cristo!

Pero Dios estaba trabajando en Jacob, porque Él se lo había prometido.

· Gen 46:1 “Salió Israel con todo lo que tenía, y vino a Beerseba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.”

Aquí vemos como Jacob ofreció el sacrificio de paz, de gozo, de gratitud… otra vez aparece Jacob con gozoso. Lo que pasó en este pasaje es que los hijos de Jacob llegaron la segunda vez con algo diferente, llegaron con Simeón (a quien dejaron en Egipto la primera vez) y regresaron con Benjamín (al que había tenía miedo de dejarlo ir), ahora él estaba contento porque sus hijos estaban siendo cambiados. Jacob estaba feliz porque al fin estaba completo. Recordemos que el Dios de Jacob está relacionado con dicha.

Ahora Jacob dice que ya está listo para morir… pero su Dios todavía lo dejó en la tierra por 17 años para que la disfrutara, él fue restaurado al gozo del Señor, porque el Dios de Jacob es un Dios de dicha.

Gen 48:15-16 “Y bendijo a José, diciendo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis padres Abraham e Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta este día, el Ángel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y sea perpetuado en ellos mi nombre, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac, y multiplíquense en gran manera en medio de la tierra.”

¡Que palabra! “El Dios que me mantiene desde que yo soy, hasta este día.”



“Mi corazón, he fijado en Ti, Señor, porque Tu eres mi poder, y en Tus brazos eternos reposo yo, pues de Ti puedo depender, y Te amo, si Te amo, he fijado en Ti, mi ser.”