"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

viernes, 31 de diciembre de 2010

“Las Bendiciones de la Obediencia”

Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios,

y el prestar atención que la grosura de los carneros.

I Samuel 15.22


Hace poco, uno de mis hijos estaba tratando de instalar un eje en una maquina, lo cual es una tarea bastante difícil. Cuando fui a donde él estaba, le dije que mejor lo hiciera yo. Ahora, yo sé que la determinación es buena, pero la obediencia es muchísimo mejor. De todos modos, el prosiguió conectando el eje. De repente escuché un grito y vi que él sostenía su dedo herido y adolorido. Cuando las cosas se calmaron, dije: “Eso es lo que se llama obediencia tardía con resultados inmediatos”.

Dios no siempre castiga la desobediencia al instante, ni tampoco siempre hay cosecha en octubre. Hay muchas personas que han desobedecido en su juventud y luego han tenido que recoger amarga cosecha en el futuro.

A veces, las generaciones futuras han tenido que sufrir porque alguien no aprendió la virtud de la obediencia. Por ejemplo, Balaam desobedeció y, años más tarde, perdió su vida. Por causa de su consejo, los israelitas pecaron y 24.000 almas murieron.

Saúl desobedeció al no destruir a los amalecitas y a Agag, rey de Amalec. Él perdió su posición como rey. Años más tarde, los judíos casi fueron extinguidos por Amán, uno de los descendientes de Agag. Pero la reina Ester había aprendido a obedecer desde su niñez (Ester 2.20) y, por causa de su obediencia, Dios la honró, usándola para salvar la nación judía de la destrucción.

“Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios”. Y es así. ¡La obediencia de un niño vale mucho más que regalos caros y muchas tarjetas de parte de un hijo desobediente!

-Stephen Miller,

Loyal, WI

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Él es mejor guía quien primero aprendió a seguir.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



martes, 28 de diciembre de 2010

“Cuidado Con La Envidia”

Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente;

porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.

Hebreos 13.5


Envidia es “tener un disgusto por la condición favorable de otro y, a la vez, tener el deseo de poseer la misma condición”.

La envidia hizo que Caín se enojara y matara a Abel, su hermano, porque Dios aceptó el sacrificio de Abel y rechazó el de Caín. Cuando José les contó sus sueños a sus hermanos, ellos le tuvieron envidia. Después lo vendieron a los ismaelitas para deshacerse de él. La Biblia nos dice que fue la envidia que hizo que los judíos prendieran a Jesús y lo llevaran a Pilato. Al contrario, Jonatán, el hijo del rey Saúl, amó a David de manera desinteresada. Él renunció a todos los derechos al trono por amor a David su amigo. Él hasta puso su vida en peligro con tal de proteger a quien sería rey en su lugar.

El contentamiento es lo opuesto de la envidia, los celos y la codicia. El contentamiento es una virtud que, junto con la misericordia, produce gran ganancia (I Timoteo 6.6). Estar contento es estar satisfecho con lo que tenemos, aunque los otros tengan más. Significa que obramos con las habilidades que Dios nos ha dado en lugar de anhelar el don de otro. Cuando amamos a los demás, nos regocijamos al verlos prosperar, aunque nos lleven ventaja. En el amor no existe la envidia (I Corintios 13.4).

Que podamos, por la gracia de Dios, mantener nuestros corazones libres de toda envidia. Alegrémonos con lo que Dios nos ha concedido en esta vida y sirvamos al Señor de todo corazón con lo que él nos ha dado.

-John Glick,

Gap, PA

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La envidia es una enfermedad que sólo

la gratitud puede sanar.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]




viernes, 24 de diciembre de 2010

“El Pecado es una Enfermedad Terrible”

Y la palabra de ellos carcomerá como gangrena:

de los cuales es Himeneo y Fileto.

II Timoteo 2.17


El otoño pasado yo me sentía cansado y necesitaba dormir más que lo normal. Yo ignoraba que había una enfermedad terrible que efectuaba su obra mortífera en mi cuerpo. Las células mortíferas del cáncer se estaban multiplicando a creces, formando un tumor y robándole a mi sangre las células sanguíneas rojas tan vigorizantes. En poco, me puse débil y anémico. Para enero, cuando descubrimos el cáncer, ya estaba progresando con gran rapidez. A menos que se tomaran medidas drásticas, la muerte sobrevendría, tal vez en pocos meses. Fui sometido a seis mese de quimioterapia. El informe del doctor indica que el cáncer ha quedado desarraigado.

Esta rápida propagación mortal ilustra un peligro espiritual que todos enfrentamos. Si permitimos que el pecado se multiplique en nuestras vidas, seguirá creciendo y nos debilitará espiritualmente. Podría comenzar como un inocente pecadillo: la falta de perdón, el enojo, la amargura o el amor a las cosas de este mundo. A menos que el pecado sea tratado, se convertirá en algo que necesita de medicamentos fuertes o nos causara la muerte espiritual segura.

Lo único que puede librarnos de la muerte espiritual es el arrepentimiento y la sangre de Jesucristo. Como el cáncer, mientras más permitimos que el pecado progrese en nuestras vidas, más dolor y sufrimiento se necesitará para nuestra sanidad. Pero, gracias a Dios! La sanidad es posible por medio de nuestro Señor Jesucristo.

-Paul Jantzi,

Milverton, Ontario

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El cáncer del pecado, a menos que sea tratado,

causará muerte segura.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



lunes, 20 de diciembre de 2010

“La Parábola de los Osos y los Mosquitos”

He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne;

¿habrá algo que sea difícil para mí?

Jeremías 32.27


Un hombre de Dios iba pasando por el bosque y, de repente, su caballo se ahuyento de un oso pardo, lanzando al hombre al suelo. Él oro fervientemente a Dios por liberación y, milagrosamente, él logró evadir el oso, montar su caballo y escaparse a toda velocidad.

En la noche, él se maravilló de la gracia de Dios que le había salvado la vida, y su corazón se llenó de gratitud. Mientras él meditaba, un mosquito logró infiltrarse en la cabaña. Después de haber dado una vuelta alrededor de la cabeza del hombre de Dios, se acercó para el aterrizaje. El hombre dio un golpe, pero falló. Otra vez el mosquito daba vueltas a su cabeza. El duelo duró horas. El hombre de Dios sufrió una noche terrible.

A la mañana siguiente, él se despertó con una disposición irritada y mal humorada. Y ahora, ¿que pasa? Luego se dio cuenta: para escapar del oso sabia que necesitaba de la ayuda divina, pero ¡pensaba que podía encargarse del pequeño mosquito por sí solo!

¡Con cuánta frecuencia cometemos el mismo error! ¡oh, sí, claro; sabemos que Dios dividió el Mar Rojo! Pero este pequeño problema que me fastidia…yo lo resuelvo. Salmo 37:1, dice: “No te impacientes”. La mayoría de nuestros problemas no incluyen grandes osos, sino mas bien, pequeños y molestos mosquitos. ¡Y cuán bien pueden ellos extraer la savia de nuestra vitalidad espiritual y dejarnos irritados e incómodos! Pero no olvides la pregunta de Dios en el versículo clave de hoy: “¿Habrá algo que sea difícil para mí?”

-Rudy Overholt,

Auburn, KY

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Dios es nuestro auxilio en las triculaciones;

si te preocupas, enfrentas la dificultad solo.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



viernes, 17 de diciembre de 2010

“Purifícame, Señor”

He aquí te he purificado, y no como á plata;

te he escogido en horno de aflicción.

Isaías 48.10


Era un hermoso domingo por la mañana. En esta mañana, cierta hermana joven (a la cual llamaremos Ana) sentía la necesidad de ser refinada. Ella le llevo la petición a su Padre celestial diciendo: “Señor, purifícame”. En esta misma mañana, la familia de Ana llevó un galón de leche – en una jarra de vidrio – a la iglesia para dárselo a una de las otras familias. Durante el culto, mantendrían la leche en el refrigerador. Mientras iba cruzando por uno de los pasillos del auditorio principal, ella sufrió un accidente. ¡Paf! ¡Pum! Se rompió el vidrio y la leche se derramó. Rápidamente, un hermano la asistió con un trapeador y una hermana trajo algunas toallas. Los otros hermanos colaboraron con la limpieza e, en poco, limpiaron la suciedad, aliviando grandemente el desaliento de la pobre hermana Ana.

Poco después, Ana compartió como Dios había contestado su petición. Esta experiencia tan desagradable fue la manera que Dios usó para humillarla y, a la vez, refinar su corazón. La actitud de Ana ante esa bendición tan desagradable no sólo la ayudó a purificar su corazón sino que también fue una bendición para otros. La gente nos está observando. Que nuestra actitud ante las bendiciones desagradables bendiga sus corazones mientras permitimos que dichas bendiciones desagradables purifiquen nuestros corazones.

-John Dale Yoder,

Belvidere, TN

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Cada quien hará aquí en esta vida

una piedra de tropiezo o una pasadera.

-R.L. Sharp


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



domingo, 12 de diciembre de 2010

“A Tiempo”

Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del

sueño; porque ahora nos está más cerca nuestra

salvación que cuando creímos.

Romanos 13.11


El mejor regalo que puedo darle a cualquier persona es mi tiempo. Si te regalo dinero, en verdad te estoy regalando el tiempo requerido para ganar dicho dinero. Si te doy un regalo, te estoy danto el tiempo que se requirió para ganar el dinero con el que compré el regalo. La vida terrenal incluye el tiempo. Cuando alguien muere, nos sigue usando el tiempo que hubiera tenido disponible aquí en esta tierra. El tiempo que duré escribiendo esta meditación no se podrá usar en nada más.

Entonces, ¿qué haremos con el tiempo? Imagina que tuviera una cuenta bancaria que cada mañana recibiera $86.400,00. No se permite ningún sobregiro y, cada mañana, se cancela lo que haya quedado del día anterior en la cuenta. En tal caso, ¿qué harías? Lo sacarías y le darías buen uso. Pero con 86.400 segundos diarios, tenemos algo más valioso que el dinero. En verdad, ¡debemos darle buen uso a cada segundo! Cuando vemos que sólo nos queda poco tiempo para hacer algo, tendemos a desarrollar cierto sentido de urgencia. Cuando la cuenta bancaria tiene poco, de repente recordamos que debemos volver a trabajar. Así es con el tiempo. El salmista pensaba un tanto así cuando escribió Salmo 90.12: “Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”.

-Jerry Yoder,

Auburn, KY

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El tiempo es tan precioso que sólo se nos concede en

las fracciones más pequeñas posibles: un momentito a la vez.

-Proverbio irlandés


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



viernes, 10 de diciembre de 2010

“Regocijar o Reaccionar”

Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios

para con vosotros en Cristo Jesús.

1 Tesalonicenses 5.18


Se cuenta la historia de una aldea de pescadores y sus familias, ubicada junto al mar. Un día, todos los hombres y los jóvenes salieron de pesca. Todo iba muy bien para todos. Ya estaban muy lejos de la playa cuando vieron los nubarrones de tormenta formándose a la distancia hasta que, en poco, la tormenta se desparramó sobre ellos. Los pescadores se desorientaron y no tenían con qué pudieran guiarse. Ya el día estaba muy avanzado y las tinieblas comenzaron a cubrirlos.

En la aldea, tanto las mujeres como los niños estaban angustiadas. Todos fueron vez tras vez a la playa, esperando, observando, orando... a ver si habría alguna señal del regreso de los pescadores. Y para empeorar las cosas, en la aldea se incendió una casa. Ya que no había ningún hombre presente, todo se perdió; la casa se quemó completamente. Al día siguiente, los niños y las mujeres regresaron a paso lento a la playa a ver si aparecía señal alguna de los hombres. ¡Por fin los vieron! Cuando el bote llegó a la orilla, con todos sanos y salvos, hubo un feliz encuentro con alabanzas, acciones de gracias y lagrimas de gozo.

Sin embargo, hubo una mujer que recibió a su esposo con una mirada triste y le contó la desalentadora historia de la pérdida de la casa y todas sus posesiones por causa del incendio. La respuesta del marido fue: “¡Alabado sea el Señor! Fue la luz de ese fuego que nos guió de regreso a casa.” El pescador reconoció en seguida lo que muchas veces nos lleva tiempo entender: que Dios nos da bendiciones disfrazadas de “tragedias”. Por fe, debemos responder como él respondió: !Alabado sea el Señor! ¡El cambiará cada acontecimiento lamentable en algo muchísimo mejor!

-Kore Yoder,

Belleville, PA

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Anima a alguien hoy.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



miércoles, 8 de diciembre de 2010

“Obstáculos”

Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece,

no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.

Romanos 8.18


Esa mañana, el tiempo parecía estar perfecto. Mientras estaba sentado en mi escritorio, el sol logró penetrar su luz por entre las densas tinieblas. La neblina era tan opaca que únicamente los rayos solares podían traspasarla. Pero la hermosura de la mañana no estaba en la neblina ni en el sol, sino en los rayos solares que luchaban para penetrar los árboles y la neblina. Sin embargo, de no ser por dichos obstáculos, los rayos rolares no hubieran existido.

Nuestras vidas no se forman en tiempos de crisis. Las crisis sólo muestran lo que verdaderamente somos. Con frecuencia vemos vidas que muestran la hermosura de la santidad, vidas purificadas por los obstáculos.

¿Sabías que necesitas a aquellos que tanto te critican y ridiculizan? ¿De qué otra manera podrías desarrollar la paciencia, la mansedumbre, la ternura y el perdón si no fuera por los obstáculos? Cuando necesitamos paciencia, Dios nos manda situaciones en las que se requiere la paciencia.

Dios quiere formar la personalidad de Cristo en cada uno de nosotros. Y, si estamos dispuestos a soportar, eso es exactamente lo que el sufrimiento hará. El siervo no es mayor que su amo. Si Cristo sufrió, nosotros también debemos estar dispuestos a sufrir, como Hebreos 5.8 y 1 Pedro 4.1 nos indican. La próxima vez que encuentres obstáculos en tu camino, no te quejes, sino ¡da gracias a Dios por ellos y observa mientras los rayos del sol irrumpen por entre la neblina!

-Alvin Mast,

Millersburg, OH

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Gracias, Señor, por la noche, ya que en ella

Podemos contemplar las estrellas.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



lunes, 6 de diciembre de 2010

“El Crecimiento”

Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas

en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo;

Efesios 4.15


Una dieta correcta y el ejercicio adecuado son dos factores necesarios para el desarrollo y el crecimiento. Necesitamos ambos, no sólo uno o el otro.

¿Cómo puede uno crecer y desarrollar espiritualmente? Requiere más que leer una meditación bíblica a diario. A la vez, un artículo inspirador, más una buena lectura de la palabra, podría ser una buena base para la dieta saludable del cristiano. ¡A diario debemos digerir la palabra de Dios! ¿De qué mas debemos alimentarnos? Filipenses 4.8 nos indica que debemos pensar en “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre”. También debemos pensar en lo que Dios ha hecho por nosotros personalmente.

¿Quieres mantenerte en buena salud espiritual? Practica lo que sabes. Sigue haciendo lo correcto, sin importar lo que suceda. Haz buen uso de tu dieta de la palabra de Dios. Usa toda la fuerza que recibas para ejercitar tu fe. El ejercicio es trabajo y mantener una dieta saludable y balanceada puede ser difícil; para ello se requiere sacrificio. Pero, a la vez, ¡vale la pena! Así podremos desarrollar una buena relación con Dios, tener una gran visión por los perdidos, recibir fuerza para hacer Su voluntad y crecer en Él.

Mientras comas y trabajes hoy, no te olvides de orar: ¡Gracias, Señor por haberme proveído de todo lo necesario para mi crecimiento y desarrollo espiritual. Ayúdame a seguir creciendo y creciendo en Ti, hasta que, en el tiempo de la gran cosecha, me lleves a Casa. Amén.”

-Michael Webb,

Grabill, IN

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Advertencia: ignorar la palabra de Dios

es dañino para la salud espiritual.


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



jueves, 2 de diciembre de 2010

“La Paz”

Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz.

En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.

Eclesiastés 12.13-14

A dos artistas se les pidió que dibujaran un cuadro para ilustrar la paz. Un artista dibujo la escena de un calmado riachuelo que fluía por una pradera. Las ardillas gorjeaban desde el tronco de un gran roble de cuyas ramas las aves elevaban su canto. Las mariposas flotaban entre las fragantes flores silvestres junto al rio. El sol lanzaba sus suaves rayos sobre la vegetación y el follaje ya del todo mojado con las brillantes gotitas del reciente aguacero primaveral. ¡Eso sí que es la paz!

El otro artista pintó la escena de un águila calmada, anidada en las fuertes y pesadas ramas de un álamo, por encima de la hendidura de un precipicio rocoso. El fondo del precipicio estaba a cientos de metros abajo, en el cañón. Una gran tormenta se desencadenaba, dando con ímpetu contra la pared del cañón. Los relámpagos lanzaban sus rayos de luz, los truenos rugían. Las pesadas gotas de lluvia inundaban la tierra, mientras que el apresurado arroyo caía de las alturas. ¡Eso sí que es la paz!

Pero, ¿Cuál de los dos realmente es la paz? Ah, quisiéramos decir que es la escena de la calmada pradera. A veces, tal es nuestra experiencia. Pero, con frecuencia, debemos vivir en la batalla de la vida y enfrentar las tormentas que, a menudo, casi nos agobian. No sabemos del todo en qué terminará este día. Tal vez la mañana comenzará clara y resplandeciente. Y mientras el día avanza, puede que las nubes se obscurezcan y la tormenta nos sorprenda con su furioso soplo. Entonces podremos estar seguros, al igual que el águila sentada junto al precipicio, porque Jesús, nuestra Roca, es un buen refugio. ¡Eso sí que es la paz!

-James Yoder,

Lewisburg, PA

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En el rugir de la tormenta, ¡sea la paz!

[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



martes, 30 de noviembre de 2010

“Eternidad”

El fin de todo el discurso oído es este: Teme á Dios,

y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.

Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará

sobre toda cosa oculta, buena ó mala.

Eclesiastés 12.13-14

¿Qué es la eternidad? No podemos entender del todo lo que es la eternidad, pero vamos a intentarlo.

Esta tierra mide más o menos 40.000 kilómetros de circunferencia. Supongamos que todo el mundo fuera arena y que un pajarillo viniera cada millón de años y se llevara un granito de arena. Aunque este proceso sería extremamente lento, la gran cantidad de arena seria removida al fin. Pero, la eternidad no estaría más cerca de su fin. La eternidad no tiene fin; es para siempre. Todos vamos rumbo a la eternidad y sólo hay dos destinos para toda persona. El cielo es para los salvados y el infierno es para los perdidos.

Alguien ha dicho que si todo el agua se convirtiera en tinta y todo metal en pluma, aun así todas las glorias del cielo no pudieran escribirse, ni la mitad de los horrores del infierno ilustrarse.

Que el Señor nos ayude a entender la verdad de su palabra. Hebreos 9.27 dice: “Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio”. “Mas el fin de todas las cosas se acerca: sed pues templados, y velad en oración” (1 Pedro 4.7). Hablémosle al mundo acerca de Cristo. Queda poco tiempo. Hoy es el día de salvación.

-Ernest Stoll,

Oden, IN

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¿Donde pasarás la eternidad?

[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]




miércoles, 24 de noviembre de 2010

“Sed Agradecidos”

Dad gracias en todo; porque esta es la voluntad de Dios

para con vosotros en Cristo Jesús.

I Tesalonicenses 5.18

Seamos agradecidos o ingratos, nuestra influencia tiene efecto en los que nos rodean.

Mientras yo crecía, tuve dos vecinos que dejaron una gran impresión en mi vida. El primer vecino siempre se quejaba mucho. Se quejaba de que había poca lluvia, de que su siembra no estaba buena, de que el gobierno iba de mal en peor… y así por el estilo. Yo trataba de evitar su estado de ánimo tan desalentador. El segundo vecino había pasado por muchas dificultades en la vida. Aunque pasó por muchos problemas físicos y financieros, nunca le oí quejarse. Cuando le preguntaba cómo estaba, normalmente contestaba con una sonrisa sincera: “Tengo mucho por lo cual estar agradecido”. Por su ejemplo demostró que el agradecimiento no depende de la abundancia de las cosas que poseemos. Como 1 Tesalonicenses lo ordena, él daba gracias en todo.

Si, nuestro versículo clave es más que una mera sugerencia. Una actitud agradecida es el resultado espontáneo de una persona que experimenta la bondad de Dios. Cuando es difícil hallar algo por lo cual estar agradecidos, debemos echar otro vistazo al Calvario y meditar en las provisiones que Dios ha hecho por nosotros.

Acostumbrémonos a contar nuestras bendiciones y así poder decir: “Si, tengo mucho por lo cual estar agradecido.” Recuerda que tu agradecimiento siempre influirá en la vida de alguien.

-Phil Schrock,

Stuarts Draft, VA

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Si rebosas de agradecimiento, demuéstralo por alabar a Dios


[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]



lunes, 11 de octubre de 2010

"UN MENSAJE PARA LOS ABATIDOS"

Hno. Jose Ordoñez


Hace muchos años cuando yo estaba en el grupo de jóvenes, el líder estaba muy interesado en que como jóvenes cristianos nos desarrolláramos en el Señor, y designo a 3 jóvenes para que compartieran brevemente acerca de la unidad. “Curiosamente”, dos de ellos escogieron el mismo pasaje, el pasaje de Juan 17 cuando Jesús ora al Padre para que fueran uno solo, y el otro joven compartió algo totalmente distinto, pero siempre en el tema de la unidad. El Señor confirmo su palabra usando a esos dos jóvenes para que hablaran del mismo pasaje.

Esto se los menciono, porque hoy una profecía hablaba acerca de Isa. 12, donde la moradora de Sion se regocija en el Señor, y este es exactamente el último punto de mi predica. Dios está interesado en que ustedes y que yo crezcamos y no nos quedemos estancados con lo que tenemos, por eso es que El permite tantas confirmaciones en medio nuestro.

Dios tiene mucho más para nosotros, pero quiere encontrar hambre en nuestros corazones.

Isa.61:1-3 “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya.”

Yo sé que este pasaje ha sido usado muchas veces como un mensaje evangelistico de salvación, pero quiero que veamos una pequeña frasecita que debe abrir muestro entendimiento para ver realmente a quienes va dirigido ese mensaje, está en el v.3: a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza.” Sabemos bien quien es Sion, este mensaje es para el pueblo de Dios, para la iglesia, para los abatidos, para los cautivos.

En esta iglesia, que representa una parte de la iglesia de Cristo, hay muchos afligidos, pero el Señor nos dice que ha venido a traernos gozo en lugar de nuestras aflicciones, trayéndonos nuevas fuerzas para caminar

Quiero que veamos primeramente, lo que el Señor dice para los enlutados y abatidos…

Isa. 35:3-4 “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará.”

Esta palabra es una certeza, es una declaración firme y segura, que todos los que están en Sion, pero para los que están desanimados y abatidos.

¿Qué quiere decir manos cansadas? ¿Alguna vez hemos estado tan cansados y sin fuerzas que no nos es posible agarrar nada en nuestras manos, y sin poder sostenernos en pie?

Entre más enterados estemos de los sucesos en el mundo, de las noticias que acontecen, más apocados estarán nuestros corazones, ya que cada suceso que pasa hoy en día es desanimadora, y provoca en nosotros un corazón apocado. Sin embargo, en medio de todo eso, Dios nos dice que El vendrá para fortalecer a sus hijos, para darnos Su fuerza y estabilidad. No se refiere a que El vendrá en su segunda venida, sino en Su venida a nuestro corazón para consolarnos.

Isa 41:17-18 “Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca.”

Aquí encontramos nuevamente la certeza que Dios da a los necesitados y sedientos, a aquellos que tienen seca su lengua por falta de agua. Aquí Dios nos dice: “Jehová tu Dios te oirá”

Pero hermanos, ¿qué se necesita para que esto se cumpla? ¿Acaso debemos quedarnos de brazos cruzados? Alguien puede tener una gran necesidad, incluso puede estar muriendo, pero si no dice nada, no se podrá hacer nada por esa persona. Se necesita que todos aquellos afligidos, enlutados y menesterosos alcen su voz, y que expresen la gran necesidad del Señor. Entonces Dios nos asegura que escuchara el clamor del corazón, y prestara atención y nos salvara.

Estos clamores no son para ser prosperados, ni enriquecidos, es un clamor que sale del corazón menesteroso, de aquellas personas que miran su propia condición y ya no aguantan más, ese clamor, por el Agua viva es el que será escuchado.

Eso fue lo que sucedió con el pueblo de Israel en Egipto, Dios permitió que sus cargas fueran aumentadas, para que asi, ellos pudieran clamar de corazón, y allí fue donde Dios oyó ese clamor y los liberto. ¿Sera que Dios necesita aumentar nuestras cargas para que finalmente nosotros clamemos con verdadera necesidad?

Isa. 42:16 “Y guiaré a los ciegos por camino que no sabían, les haré andar por sendas que no habían conocido; delante de ellos cambiaré las tinieblas en luz, y lo escabroso en llanura. Estas cosas les haré, y no los desampararé.”

Dios está prometiéndonos a nosotros los necesitados, los ciegos, aquellos con necesidad de un guía, que El será nuestro guía en medio de las tinieblas. Hermanos, necesitamos la luz de Dios que nos guarde y preserve.

En cada uno de estos pasajes, podemos ver que el más interesado en ofrecer la salvación, es Dios mismo, aunque pareciera algo irónico, y muchas veces, nosotros somos los indiferentes. ¡Necesitamos que el fuego sea más intenso, para poder clamar de corazón!

Ahora veamos la palabra de Dios para los cautivos y presos en Sion…

Isa. 52:1-2 “Despierta, despierta, vístete de poder, oh Sion; vístete tu ropa hermosa, oh Jerusalén, ciudad santa; porque nunca más vendrá a ti incircunciso ni inmundo. Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sion.”

¿Sera posible que esta hija en medio del pueblo de Dios haya estado cautiva y que requiriera de la salvación de Dios? Si hermanos, y esa es la otra mitad de la obra que el Señor ofrece para Su pueblo en Isaías 61.

¿De qué se trata ese cautiverio? Se trata de aquellas cosas que tienen apresado nuestro corazón y que hacen que no amemos a nuestro Dios con el 100% de nuestro corazón. Son todos aquellos ídolos que nos impiden que nos entreguemos espíritu alma y cuerpo.

Isa. 58:6 “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?”

Esto es algo que el pueblo de Dios necesita, como parte de la obra de Dios en sus corazones. El ser libertados, el rompimiento de las ataduras.

Isa. 10:27 “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción.”

La unción de Dios rompe todo yugo, y deshace las cadenas. Cuando yo crecí, estuve en iglesias pentecostales que creían firmemente en las liberaciones de espíritus inmundos. Cuando me vine a Hebrón, pude darme cuenta que no se enfatizaba tanto eso del ministerio de liberación, pero más adelante fui comprendiendo que Dios vino a traer liberación a los cautivos, a través de la unción de Su espíritu. Cuando la presencia de Dios y Su unción tocan nuestras vidas, traen liberación de ataduras, deshacen y pudren las cadenas, por eso es importante que si tenemos atadaduras, sigamos presentándonos día tras día en Su presencia.

Hchs. 12:6-7 “Y cuando Herodes le iba a sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, sujeto con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta custodiaban la cárcel. Y he aquí que se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la cárcel; y tocando a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de las manos.”

Este es un ejemplo real de cómo Dios manda liberación a sus hijos. La luz del Señor resplandeció, y entonces las cadenas fueron tiradas. Recordemos esto hermanos, la unción del Señor rompe todo yugo.

Hchs. 16:23-26 “Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron.”

Este es otro ejemplo en la vida de Pablo. Vemos como nuevamente a través de la unción del Señor rompieron esas cadenas de los presos, y que abrió las puertas de las cárceles. ¿Nos interesa ser libres de nuestras cadenas? Entonces debemos dedicarnos más a la búsqueda del Señor. El Señor provee las oportunidades para exponernos a Su unción, y solo está esperando a que nosotros nos acerquemos y las aprovechemos.

Mat. 11:28-30 “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

El Señor les ofrece a los cansados, el romper sus yugos, pero porque le interesa poner sobre sus cuellos, Su yugo que es fácil de llevar y que trae descanso.

Isa. 12:1-6 “En aquel día dirás: Cantaré a ti, oh Jehová; pues aunque te enojaste contra mí, tu indignación se apartó, y me has consolado. He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí. Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación. Y diréis en aquel día: Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, oh moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.”

¿Por qué tenía este capítulo en el final de mis notas? Porque el fruto de una vida que ha experimentado la salvación del Señor, es sacar las aguas con gozo. Dios no quiere que caminemos afligidos, sino que gozosos a pesar de las pruebas.

El Señor tiene esta palabra para Su iglesia hoy, llenarnos de Su gozo, traer buenas nuevas a los enlutados y llenar de fuerzas a los debilitados.

David cuando peco con Betsabe, clamo a Dios por que el gozo de su salvación fuera vuelto a su vida. Si nosotros no tenemos Su gozo en nuestras vidas, significa que algo, algún pecado, falta de perdón, etc está estorbando esas fuentes de gozo.

¡El Señor quiere volvernos el gozo de Su salvación!

“Recordad que Su nombre es exaltado, recordad que Su nombre es exaltado, magnificas cosas ha hecho el Señor, toda la tierra lo sabrá, regocíjate y canta moradora de Sion, regocíjate y canta moradora de Sion, pues grande es, en medio de ti, grande es el Santo de Israel.”