"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 18 de abril de 2010

"VERDADES EN EL LIBRO DE ISAIAS."

Hno. Jose Ordoñez

18/04/10


Quiero que comencemos a ver una serie de verdades preciosas basándonos en el libro de Isaías, no será un curso extensivo del libro, sin embargo, esto que veremos son verdades que han ministrado mi propia vida, y sé que serán de bendición para ustedes también.

El libro de Isaías es quizá el libro más citado en el Nuevo Testamento, en los evangelios y en las cartas, y la razón de esto es porque este libro apunta al mensaje de salvación de Dios hacia su pueblo.

El libro tiene una serie de cumplimientos, tanto en la primera venida como en la segunda, por eso es importante conocer estos mensajes, mensajes que Isaías dio, acerca del Mesías.

En este libro, muchas veces se mencionan las frases “en aquel tiempo” o “en aquel día”. Estas frases se refieren a nuestro tiempo, por eso entendamos que Dios tiene propósitos para nosotros, quienes hemos alcanzado los fines de los tiempos; ya que estas no son solo historias, sino mensajes importantes.

Comenzaremos viendo en el primer capítulo, el mensaje que de entrada, Isaías da al pueblo. El ímpetu del mensaje, desde el inicio es para los hijos de Dios.

Isa. 1:2-6 “Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento. ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás. ¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.”

¡Qué mensaje para los hijos de Dios! El Señor dice: “Yo crie hijos…” y no está hablando de hijos bastardos, sino de hijo verdaderos de Dios, pero que voluntariamente han tomado la decisión de darle la espalda a Él. Para ellos es este mensaje.

Entonces, ¿ES PARA NOSOTROS ESTE MENSAJE? ¿LE HEMOS DADO LA ESPALDA A DIOS?

Meditemos por un momento, y veamos si este pueblo había continuado con sus sacrificios, dando sus ofrendas, y haciendo todo lo que el Señor les pedía…

Isa. 1:12-16 “¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas. Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo.”

En estos versos, está hablándoles a personas que habían continuado con los holocaustos, con los sacrificios, etc., como si todo estuviera normal, y creo que precisamente en esta condición es donde debemos examinar nuestro propio corazón.

Este mensaje, en este punto preciso, no es un mensaje de salvación a los perdidos, pero si es un mensaje para el pueblo de Dios que le ha dado las espaldas a Él, viviendo como aparentes cristianos.

Isa.1:9 “Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.”

¿Qué paso con Sodoma y Gomorra? Esas ciudades fueron destruidas totalmente, al punto que no tuvieron memoria más de ellas, pero a diferencia de esas ciudades, con un pequeño remanente, Dios dejo con vida a su pueblo Israel. Hay diferencia entre ambos juicios, entre el juicio a Israel y Sodoma y Gomorra.

El trato para los hijos de Dios es fuerte, pero con misericordia, este es el mensaje de Isaías. El menciona que hay esperanza si existe arrepentimiento en el pueblo, y si se lavan de su maldad.

¡Esto es lo único que nosotros podemos hacer! Arrepentirnos de nuestra maldad y esperar la misericordia de Dios y Su salvación.

Isa. 1:17-18 “Aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda. Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”

Que no vivamos una vida desinteresada, Dios dice a su pueblo, que se acerque, que hagan cuentas y de esa manera estarán bien. Lo más seguro es que nuestras cuentas, serán negativas, saldremos mal de ellas, pero el Señor está dispuesto a saldar esas cuentas.

Isa. 1:19-20 “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

El Señor nos lleva a un punto donde debemos decidir, y en el momento donde llegamos al Señor, se espera de nosotros una respuesta… si respondemos a Él, seremos llenos de bien, pero si no respondemos, seremos consumidos a espada, juicio vendrá a nuestra vida. Y justamente al terminar este mensaje, mostraremos cual será nuestra respuesta al Señor, ya que nuestra respuesta no se hará esperar, nuestra actitud la dirá.

Sal. 81:8-9 “Oye, pueblo mío, y te amonestaré. Israel, si me oyeres, no habrá en ti dios ajeno, ni te inclinarás a dios extraño.”

Depende de que nosotros oigamos la voz del Señor, para que no tengamos ídolos en el corazón. Oír es equivalente a obedecer, a hacer lo que Él nos diga. Si lo oímos, entonces cumpliremos sus mandamientos, de esto depende que se puedan cumplir todos los mandamientos: oír y obedecer.

Pero muchas veces no nos conviene oír, por eso no obedecemos, y aunque no lo digamos con nuestras bocas, nuestros hechos muestran esa desobediencia a Dios.

Isa. 2:10 “Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad.”

Aquí sigue el mensaje de Dios para tratar con sus hijos. El mensaje es para la casa de Jacob, hijos verdaderos, y les dice que se pongan en resguardo de Su presencia y majestad, porque algo sucede cuando Él se manifiesta.

Isa. 2:11-17 “La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido; sobre todos los cedros del Líbano altos y erguidos, y sobre todas las encinas de Basán; sobre todos los montes altos, y sobre todos los collados elevados; sobre toda torre alta, y sobre todo muro fuerte; sobre todas las naves de Tarsis, y sobre todas las pinturas preciadas. La altivez del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y solo Jehová será exaltado en aquel día.”

Aquí el mensaje es dirigido al orgullo, y a todas y cada una de sus manifestaciones, para que al final, solo Jehová sea exaltado. Vemos al Señor viniendo a derribar todo aquello que la carne quiere exaltar. Dios tiene una forma de derribar todo aquello. ¡Pero todo depende si nosotros oímos y obedecemos, y decidimos no ser rebeldes! Recordemos que al corazón contrito y humillado, Dios no lo desecha, ¿creemos esto?

Luc. 18:22-24 “Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!”

El joven rico, fue confrontado, él debía escoger entre Dios y las riquezas. Vemos que ese joven se entristeció de tal manera, ¡que Jesús lo noto!

¿ABRA ALGO EN TU VIDA QUE SEA DE TANTO VALOR, QUE LA PREFIERAS EN VEZ DE DIOS?

¿HABRÁ ALGO QUE TE PROVOQUE TANTA TRISTEZA QUE ASOMBRE A DIOS?

¿SI EL SEÑOR ESCOGIERA QUITARTE ÁREAS DEL CORAZÓN QUE AMAS, COMO REACCIONARIAS?

Luc. 19:1-6 “Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad. Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de estatura. Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.”

Zaqueo fue confrontado de la misma manera que el joven rico, pero Zaqueo recibió gozoso a Jesús, y cuando Jesús le explicó su plan, reacciono de manera distinta…

Luc. 19:8 “Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.”

Zaqueo respondió, y prefirió la salvación de Dios, y no a las riquezas. Probablemente el quedaría pobre, al devolver y dar sus riquezas a los pobres, pero vemos lo que es importante, y esto es lo que Jesús dijo al ver su actitud:

Luc. 19:9 “Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham.”

Jesús dijo que la salvación había llegado a Zaqueo, porque el estorbo que eran las riquezas, estaba siendo quitado, ¡por eso es que Zaqueo estaba gozoso!

Al momento de tomar una decisión, las respuestas de estos hombres fueron muy diferentes, y marcaron sus vidas eternas…

¿QUE DIRÁ ETERNAMENTE EL JOVEN RICO DE ZAQUEO?

¿QUÉ DIRÁ ZAQUEO ETERNAMENTE DEL JOVEN RICO?

¿QUE SERÁ DE NOSOTROS CUANDO NUESTRA ALTIVEZ VENGA A SER DERRIBADA, CUANDO NUESTROS CEDROS DEL LÍBANO VENGA A SER DESTRUIDOS?

¿ESTAMOS DISPUESTOS A RENDIR TODO A LOS PIES DEL SEÑOR?

¿O NO ENTREGAREMOS AQUELLO QUE ES DEMASIADO VALIOSO?

Para terminar, veamos que sucede con el Líbano, con Basan y con Tarsis…

Cant. 3:9 “El rey Salomón se hizo una carroza de madera del Líbano.”

Hay esperanza de salvación, porque el Líbano cuando es derribado, cuando su majestuosidad es destruida, el Líbano todavía puede ser usado como madera, para fabricar la carroza del Rey de reyes, pero es necesario que el Líbano diga: “Si Señor, estoy dispuesto.”

Sal. 68:15 “Monte de Dios es el monte de Basán; monte alto el de Basán.”

¿Es Basán monte de Dios? Si, Dios puede agarrar a un orgulloso y altivo como tú y yo, y destruirlos, pero para que Él sea el Dios de ese monte, porque Dios quiere ser conocido como el Dios del monte de Basán, pero antes hay que pasar por un derribamiento, por una humillación a nuestro orgullo.

Sal.72:10 “Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.”

Tarsis será escogido para ofrecer dones al Señor, para servirle y para postrarse delante de Él. Hay esperanza también para Tarsis, debido a la gran misericordia de Dios.

Lo que vemos en el capítulo dos de Isaías, es que el propósito final de Dios es deshacer el orgullo de nuestras vidas, y que tengamos un corazón puro, recto y perfecto. No es para deshacer nuestras vidas, como lo hizo con Sodoma… sino que a ese remanente que agacha su cabeza, el Señor después los levanta, los hace ser como Líbano, como Basán y como Tarsis.

¿QUIERES TU LLEGAR A SER HONRA Y GLORIA PARA EL SEÑOR?

¿QUÉ META PODRÍA SER MÁS IMPORTANTE QUE ESA?

¡Que podamos temblar al oír la voz de Dios, y que oigamos y obedezcamos!



“Lo he visto, y conocido, y se digna andar conmigo, y la gloria de Su presencia, mía será eternamente, oh la gloria de Su presencia, oh la belleza de Su rostro, soy de Él, si de Él, para siempre, me ha ganado, con Su amor.”