"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

martes, 6 de julio de 2010

"EL TABERNACULO DE DAVID SERA LEVANTADO"

Hno. Oscar Bustamante
04/07/10


Amos 9:11 “En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado.”

La frase “En aquel día”, que encontramos en este pasaje, se refiere al tiempo del fin, al día del Señor. Lo que este pasaje describe, es algo que el Señor hará en estos tiempos, mas sin embargo, es algo que aún no hemos vivido a plenitud. Dios levantara nuevamente el Tabernáculo de David.

El pueblo de Dios en general, tiene hoy en día esta condición, el tabernáculo de David esta caído, pero este día glorioso del que habla el pasaje de Amos, viene y muy pronto… ¿lo creemos hermanos?

Esto mismo me hace pensar, en cómo eran las cosas antes que el Tabernáculo de David fuera levantado, sin duda que la condición del pueblo en ese entonces, era la misma que hoy en día. En ese tiempo pasado, también hubieron personas que no participaron levantando el Tabernáculo, sino que quedaron al margen, y es exactamente lo que está sucediendo hoy en el cuerpo de Cristo.

Al meditar en esto, yo veía muchos personajes que no tuvieron parte en levantar el Tabernáculo de David, y quiero que juntos veamos a algunos de ellos:

JONATAN: “Un corazón no transparente”

1 Sam. 14:1 “Aconteció un día, que Jonatán hijo de Saúl dijo a su criado que le traía las armas: Ven y pasemos a la guarnición de los filisteos, que está de aquel lado. Y no lo hizo saber a su padre.”

Jonathan, el muy amado amigo de David, vivió en la época en la que fue levantado el Tabernáculo de David, mas no participo de esto, a pesar de ser tan cercano a David. En esta historia vemos que Jonathan no manifestó a su padre, el rey, lo que iba a hacer. Esto no fue algo que surgió repentinamente, sino algo que Jonathan pensó y medito, y llevo a cabo.

Aquí puedo ver la importancia de una vida transparente, una vida que no oculta nada. ¿Cuantas cosas ocultas tenemos en nuestras vidas? ¿Cuántas de esas cosas son motivo de vergüenza, y por eso no las exponemos?

Mar. 4:22 “Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.”

Dios conoce el corazón, y tarde o temprano, las cosas ocultas salen a luz. Recordemos a Caín pretendiendo ocultar a Dios la muerte de su hermano Abel, pero más allá de su intento de ocultar la verdad a Dios, recordemos que Dios ve más allá que el hombre, y que conoce lo profundo del corazón.

Hijos, ¿cómo está la relación con sus padres? Esposos, ¿cómo está la relación matrimonial? ¿Son acaso relaciones transparentes, o hay cosas que ocultar? Ovejas, ¿cómo es la relación con nuestros pastores?

Hechos 5 nos narra la historia de Ananías y Safira, y el precio que tuvieron que pagar, por no haber tenido un corazón transparente, por haber ocultado a Dios y ante los líderes, la verdad.

Podremos ocultar cosas ante los hombres, mas nunca ante Dios, porque Sus ojos y parpados examinan a los hombres. ¡Que podamos tener un corazón transparente ante Dios y ante los hombres!

UZA: “El peligro de la familiaridad.”

2 Sam. 6:6-7 “Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios, y la sostuvo; porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.”

Otra persona que vivió en el tiempo en que el Tabernáculo de David fue levantado, fue Uza, pero también quedo al margen y no participo.

Uza había pasado 20 años con el arca de Dios en su casa, quizá Uza se había familiarizado mucho con el arca, todos los días quizá la veía, y esa familiaridad se convirtió en un campo fértil que reprodujo desprecio e irrespeto.

Esto se puede ver también reflejado en matrimonios que se divorcian después de 40 o 50 años de vivir juntos, esa familiaridad hacia la misma persona por tanto tiempo, llega y se transforma en desprecio, asimismo Uza, por estar tan familiarizado, le perdió el respeto al arca, y la toco, sabiendo que el arca de Dios era santa, y no podía tocarse.

Este es un riesgo para todo cristiano, el acostumbrarnos a tal manera a la presencia de Dios, que luego perdemos el respeto, e incluso la llegamos a tener como una costumbre en la iglesia y en nuestras casas.

Mal. 1:13 “Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! Y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová.”

Esto sucedió con el pueblo de Israel, ya estaban tan familiarizados con las ofrendas, que ya les producía fastidio hacerlas, he incluso las hacían mediocremente.

¡Oh que cada día que nos presentarnos delante del Señor, sea una experiencia nueva, que cada minuto en Su presencia, sea como una espiral, creciendo y creciendo en Dios, y que nunca nos acostumbremos a Su presencia!!

MICAL: “El menosprecio”

2 Sam. 6:16 “Cuando el arca de Jehová llegó a la ciudad de David, aconteció que Mical hija de Saúl miró desde una ventana, y vio al rey David que saltaba y danzaba delante de Jehová; y le menospreció en su corazón.”

Otra persona que vivió muy de cerca esta época es Mical, la esposa de David. Ella vivió en el tiempo en que el Tabernáculo de David estaba siendo levantado, presencio eso con sus propios ojos, fue testigo presencial, mas no participo. ¡Que tragedia! A pesar de ser tan cercana a David, no hubo nada de bendición para su vida.

Vemos en la escritura como ella fue desechada al despreciar a David, y la forma en que David alababa a Dios. Mical tuvo la oportunidad de haberse unido a esa alabanza y a esos canticos, mas no lo hizo.

Mat. 8:11-12 “Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos; más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

Este pasaje dice que los propios hijos del reino serán echados fuera, y es lo que sucedió con Mical, quien viviendo en la misma casa del Rey, fue desechada.

Cuando el Señor llega a nosotros y nos visita, tenemos 2 opciones: responder o no responder. Si respondemos, Dios se acerca a nosotros y nos da Su amor y presencia, más si no respondemos, Él se aleja.

Muchos son los llamados, pero pocos los escogidos, porque pocos son los que responden al llamado del Señor, ese día glorioso viene, en el cual el Tabernáculo de David será restablecido, ojala podamos ser parte de ese día, y no ser únicamente espectadores, así como Mical, que mientras David alababa a Dios, ella solamente veía desde una ventana.

Luc 23:46-48 “Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. Cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo. Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.”

Muchos son solo espectadores de “espectáculos”, así como estos que estaban viendo la crucifixión de Jesús, y asimismo hay muchos cristianos hoy en día, que asisten a las iglesias, mas solo van para ver el espectáculo, y no se meten en el rio de Su presencia.

Mical no solamente fue espectadora, sino que fue critica de la alabanza de David, y eso mismo ocurre con los espectadores en la iglesia, al nada más ser espectadores, se empieza a criticar a los hermanos, y la forma en que alaban al Señor.

¿Cómo llegamos a la iglesia? ¿Con que actitud llegamos delante del Señor? ¿Cuál es el propósito de llegar a la iglesia? Ojala que cada vez que asistamos a la iglesia, sea para entregarnos en espíritu, alma y cuerpo a la búsqueda del Señor.

El Señor restaurara el Tabernáculo de David, y lo hará pronto, mas no todos participaran, algunos se quedaran al margen, y eso será una tragedia eterna.

Dios tenga misericordia de nosotros, por algo dice la escritura que el que piense estar firme, que mire que no caiga… Dios quiera que no se escriban tragedias eternas de nuestras vidas, de nosotros que llegamos a cada servicio de la iglesia, sino que podamos responder, y hacer de la palabra recibida, carne en nuestros corazones.

Este mensaje, es un mensaje para cada uno de nosotros, porque más de alguna vez, hemos rechazado el acercamiento de Dios a nosotros, por lo tanto quiero que nos hagamos una pregunta:

¿Qué hacemos después de haber rechazado a Dios? ¿Abra un conformismo, o abra congoja en nuestros corazones?

Pidamos hoy una nueva oportunidad a Dios, pidamos hoy al Señor que nos acerque nuevamente a Él, mostremos congoja delante del Señor, y clamemos por Su misericordia.


“Tu vasija en las manos del Alfarero se echó a perder, sin esperanza estas, de tantas veces fracasar, oye hoy el clamor del Alfarero Celestial: Tu vasija arruinada la vuelvo a hacer.”