"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 11 de julio de 2010

"CONTEMPLANDO SU HERMOSURA"

Hno. Marvin Byers
11/07/10


Cerca del inicio del Evangelio de Juan, uno de los hombres más santos de toda la historia, les declara a otros hombres santos: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.”

Lastimosamente, la frase “he aquí” es una traducción muy mala, ya que según el original, la frase indicada seria: “contemplad al Cordero de Dios.”

Y cerca del fin del Evangelio de Juan, uno de los hombres más impíos de toda la historia, les declara a una multitud perversa: “he aquí el hombre”, pero lo que él estaba diciendo prácticamente era: “contemplad, ved al hombre”.

Heb. 2:9 “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra…”

Aquí el escritor de Hebreos, usa la misma frase: “Pero contemplamos a aquel…”, y hoy quiero exhortarles a que hoy mismo veamos a Jesús, que contemplemos por un rato Su hermosura y belleza, que contemplemos a Aquel quien es la Diadema de los Cielos, el Deseado de las naciones y quien es la única respuesta para este mundo convulsionado. Veamos y contemplemos al Cordero, y pasemos un poco de tiempo considerando Su belleza…

Yo estoy seguro que hoy mismo, Dios quiere revelarse a cada uno de nosotros, con una revelación fresca de Su belleza, ¿queremos contemplar al Señor, no solamente con la mente, sino con el corazón? Nunca será posible recibir una revelación fresca de Jesús, sin ser cambiados, si lo vemos a Él, seremos transformados a lo que Él es.

Muchos quizá nunca han recibido una revelación clara de la belleza de Jesús, esto se nota por su manera de vivir, pero veámoslo esta mañana.

Es posible ver al Señor desde el inicio de la fundación del mundo…

Ap. 13:8 “Y la adorarán todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos, desde la fundación del mundo, en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.” (LBLA)


¿Qué quiere decir esto?

Jesús no fue crucificado hace cientos de años, Él fue crucificado desde la fundación del mundo, ya que Él vive en la eternidad, Su nombre es “Yo soy”, no es un nombre que haga referencia al pasado o al futuro, sino que es un nombre eterno. Nosotros somos quienes vivimos en la capsula llamada “tiempo”, pero Él es eterno.

En la fundación del mundo, el Padre y el Hijo se pusieron de acuerdo para que en el futuro pudiera existir ese sacrificio en la cruz, desde allí fue hecha esa obra, y esta verdad nos lleva a una pregunta teológica muy común: “Si Dios conoce y vive el futuro, y sabía que los hombres caerían hasta el abismo más profundo, ¿cómo es posible que El haya decidido dar Su vida por los hombres a pesar de ello?

Esa es una pregunta errónea, la pregunta correcta seria: “Si Dios sabía que el hombre caería, y sabiendo que la única solución sería Su venida al mundo siendo hombre para llevar las consecuencias del pecado, ¿cómo pudo haber seguido adelante con Su plan?

Y la respuesta a esta pregunta es obvia: “Por amor.” Debido al amor infinito que Él tiene para con su esposa. Dios sabía que la puerta iba a estar abierta para todos, pero también sabía que aunque otros no respondieran, Su esposa si lo haría, y por amor a cada uno de nosotros, el Señor siguió adelante con Su plan. ¡Que Dios más dispuesto a identificarse con nosotros, aun siendo pecadores!

¿Que veían la mayoría del pueblo de Israel cuando contemplaban al Cordero?

En esa época pudieron ver al hombre más manso de la historia humana, aunque quizá no lo pudieron ver sino hasta después… el mismo Creador se sentaba en la sinagoga, a escuchar las locuras de los lideres religiosos, y nunca abrió Su boca, ni una sola vez, ni alzo Su voz para condenar. ¡Que Dios más humilde y sufrido, que humildad y que paciencia!

Y la mansedumbre es una de las cosas que el Señor quiere que aprendamos…

Mat. 11:28-29 “Venid a mí, todos los que estáis fatigados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”

¿Cuantos de nosotros nos encontramos fatigados, cargados y cansados? Aquí el señor nos da una tremenda clave, si aprendemos Su mansedumbre y humildad, encontraremos descanso para nuestras almas. ¡Que podamos recibir esa gracia para poder verlo de una forma más profunda, a través de desarrollar esa mansedumbre, renunciando a nuestros derechos, y siendo enderezados y guiados por El!

Dios es un Dios infinito, y por lo tanto, cada una de Sus características es infinita, Él es infinitamente manso, ¿lo creemos? Dios demuestra su mansedumbre, al acercarse a nosotros y oír lo que opinamos de Él. Esa es verdadera mansedumbre, pero, ¿que está escuchando entonces Dios de nuestras bocas?

Dios es tan manso y humilde, que se preocupa de lo que pensamos acerca de Él. El Señor se humilla hoy delante de nosotros y nos pregunta: “Hijo, ¿qué piensas acerca de mí?

¡Que mansedumbre la que muestra el Señor, cuando toca a la puerta de nuestro corazón, y nosotros rechazamos Su visitación! Eso fue lo que hizo la Sulamita en el Cantar de los Cantares, y es algo que nosotros hacemos vez tras vez.

¿Que vio el centurión que estaba al pie de la cruz, cuando contemplo a Jesús?

Mat. 27:46-54 “Como a la hora novena Jesús exclamó a gran voz diciendo: ¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Cuando algunos de los que estaban allí le oyeron, decían: Este hombre llama a Elías. Y de inmediato uno de ellos corrió, tomó una esponja, la llenó de vinagre, y poniéndola en una caña, le daba de beber. Pero otros decían: Deja, veamos si viene Elías a salvarlo. Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló, y las rocas se partieron. Se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de hombres santos que habían muerto se levantaron; y salidos de los sepulcros después de la resurrección de él, fueron a la santa ciudad y aparecieron a muchos. Y cuando el centurión y los que con él guardaban a Jesús vieron el terremoto y las cosas que habían sucedido, temieron en gran manera y dijeron: ¡Verdaderamente éste era Hijo de Dios!”

Visualicemos esta escena, los líderes y la gente se burlaban de Jesús, más el centurión creyó, ese gentil creyó en Jesús a pesar que tanto el, como los demás, vieron las mismas señales, mas sin embargo, el centurión seguramente tuvo un cambio eterno en su vida, debido a que sus ojos fueron abiertos para ver la gloria de Dios. Mientras que por otro lado, lo único que pudieron ver los líderes del pueblo fue, que la vida de aquel que amenazaba sus metas y ambiciones, estaba terminando en esa cruz.

Hagamos una pregunta hoy a nuestro corazón: ¿Cómo vemos a Jesús hoy? ¿Lo vemos como una amenaza a nuestros deseos más profundos? ¡Que podamos verlo como lo contemplo ese centurión, para que podamos experimentar esa obra eterna en nuestras vidas… contemplemos hoy Su gloria y hermosura!

¿Qué va a ver el mundo en el Cordero en Su segunda venida?

Es importante saber que se verá en la segunda venida, para no tener un concepto religioso, sino un concepto bíblico y correcto. En la segunda venida, el Cordero vendrá a manifestarse como el León de la tribu de Judá.

Apo. 19:11-16 “Vi el cielo abierto, y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero. Y con justicia él juzga y hace guerra. Sus ojos son como llama de fuego. En su cabeza tiene muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino él mismo. Está vestido de una vestidura teñida en sangre, y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS. Los ejércitos en el cielo le seguían en caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y él las guiará con cetro de hierro. El pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. En su vestidura y sobre su muslo, tiene escrito el nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.”

El Señor vendrá como un conquistador poderoso, para gobernar con justicia en este mundo, Él es un varón de guerra, como lo fue David, aquel hombre que fue conforme al corazón de Dios, el Señor vendrá en su segunda venida, para vengarse de sus enemigos, y esto es algo que no creen muchas personas, porque tienen la idea de que Dios se manifestara nuevamente como un Cordero, pero ese pensar es erróneo, ya que hay muchísimas escrituras que demuestran lo contrario:

Isa. 35:4 “Decid a los de corazón apocado: "¡Fortaleceos; no temáis! He aquí que vuestro Dios viene con venganza y retribución divina. El mismo vendrá y os salvará.”

Sal. 94:1 “Oh Jehová, Dios de las venganzas, oh Dios de las venganzas, ¡manifiéstate!”

Luc. 19:27 “Pero, en cuanto a aquellos enemigos míos que no querían que yo reinara sobre ellos, traedlos acá y degolladlos en mi presencia.”

Dios ya no será visto como el Cordero manso, sino como el León de la tribu de Judá, y los únicos que sobrevivirán, serán aquellos que aman la justicia de la misma manera como el Señor la ama. ¡El caos del mundo será terminado, debido a que Su reino será establecido!

¿Que veremos nosotros cuando el venga?

Isa. 66:16 “Porque Jehová juzgará con fuego; y con espada, a todo mortal. Muchos serán los que morirán a causa de Jehová.”

¿Estamos siendo juzgados hoy mismo por su espada? Solamente si estamos siendo juzgados por el Señor desde ya, podremos vivir en Su reino.

Mas sin embargo, también veremos en El, a un Dios de misericordia, incluso teniendo misericordia de los mismos amorreos, cuya perversión ha llegado a lo más bajo, y la forma de mostrar misericordia a ellos será quitándoles la vida, para no ser culpados de mayor pecado, y librándolos de ir a lugares más profundos en el infierno, y así, evitar que den a luz más hijos del infierno. ¡Esa es verdadera misericordia de parte de Dios!

¿Cuantos creen que para los hijos del infierno hubiera sido mejor no haber nacido? Por eso era misericordia cuando Dios ordeno a su pueblo matar a todos y cada uno de los amorreos, porque el plan de Dios era desarraigar la raíz de los amorreos, para que no crecieran más hijos del infierno.

¿Que ves tú en Dios? ¿Lo ves solo como el Cordero manso y humilde? ¿O lo vez también como el Dios que odia el pecado y la inmundicia del mundo? ¡Necesitamos verlo también como el hombre de guerra!

¡Que podamos entregarnos totalmente a aquel quien es la Perla de gran precio, pero como el mismo nombre lo dice, es necesario pagar un precio, ¿estás dispuesto a pagarlo?

!Que el Señor pueda manifestarnos una visión fresca de Su hermosura, para que una obra eterna sea hecha en nuestras vidas!


“Hermoso, hermoso eres Tú, Rosa de Saron, Lirio de los valles, y todo, si todo codiciable, hermoso, hermoso eres Tú.”