"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

lunes, 10 de mayo de 2010

"NO SOMOS COMO LAS OTRAS NACIONES."

Hno. Carlos Hernández
09/05/10


¿Quién gobierna en nuestros corazones hoy?

¿Quién reina en nuestra casa, en la iglesia, en nuestro trabajo y en cada una de nuestras actividades?

Muchas veces he analizado decisiones que yo he tomado, y me he dado cuenta que el Señor no tomaría las mismas decisiones que yo, por lo tanto, El no reina en toda área de mi vida.

Pensemos un momento en nuestras decisiones… si el Señor no tomaría las mismas decisiones que nosotros, no estamos moviéndonos en Su voluntad, y Él no es el rey de nuestros corazones todo el tiempo. Debemos aprender que el Señor es el Rey en nuestros corazones estemos en donde estemos.

Esto es algo desilusionante de reconocer, porque después de tanto tiempo de estar caminando con el Señor, aun no es Rey de nuestras vidas, pero recordemos que estamos en un proceso. El Señor anhela ser el Rey de nuestros corazones y esto es una bendición tremenda.

Vamos a ver con la ayuda del Señor, lo que Él tiene como plan para nosotros y para el mover en la iglesia, en el papel que le corresponde: el Rey.

Luc. 1:30-33 “Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

Quiero que en este pasaje, notemos 3 puntos principales:

· Dios le dará el trono de David su padre: Jesús no estaba demandando ser rey, sino Su padre lo ordeno de esa manera.

· El reinara sobre la casa de Israel, la casa de Jacob para siempre.

· Su reino no tendrá fin, será eterno.

Estos 3 puntos son algo que debemos aprender y entender, para que esas aseveraciones sean reales en nuestras vidas, y para que vivamos de tal manera que nos dejemos gobernar desde ya por el Señor. Debemos acostumbrarnos a vivir bajo estos puntos, porque pronto el Señor será Rey físicamente en esta tierra, y deberemos someternos a su gobierno, por eso es bueno que desde ya pongamos en práctica, el someternos COMPLETAMENTE a Su reinado.

El plan de Dios desde el inicio, fue que Su soberanía se manifestara por medio de reyes humanos que gobernaran a Su pueblo. El señor lo hizo así para que fuera una preparación, para cuando el Mesías viniera. Por eso es que el linaje de David fue escogido, para gobernar a Su pueblo.

A pesar que David cometía muchos errores como humano, su corazón era un corazón conforme al corazón de Dios, y el pueblo debía entender que David gobernaba porque Dios lo había decidido.

Ahora, los errores de David le costaron a él mucho sufrimiento y tratos de Dios para su vida, pero eso era el trato personal de Dios con el rey, para que aprendiera a ya no cometerlos.

Nosotros también debemos aprender que al ser gobernados por hombres, encontraremos errores en ellos, y consecuencias por esos errores, pero en medio de todo eso, debemos reconocer que es Dios quien ha puesto esas vidas sobre nosotros.

Como en el tiempo del sacerdote Eli, el pueblo notaba los errores y pecados de sus hijos, y que no hacía nada para estorbarlos, más el Señor no estaba agradado con eso, por eso envió a los filisteos para que se llevaran cautiva el arca de Dios. Esto dio como resultado la muerte de los hijos de Eli. Esto también trajo como consecuencia la muerte de la nuera de Eli, y el nacimiento de Icabob, cuyo nombre significa: “La gloria de Dios ha sido traspasada”

Y así es hoy en día en muchas casas en Israel, en el pueblo físico y espiritual del Señor, hoy en día, la gloria de Dios ha sido traspasada, porque no han permitido que Dios gobierne. Hoy hay una carga en mi corazón, porque vemos y oímos tantas cosas que suceden dentro de la iglesia y el cuerpo de Cristo, que nos hacen ver que Dios no es quien esta reinando.

Esto lo comparto hoy con ustedes, para que tengamos una carga por la gloria de Dios.

¡Que lloremos en nuestros corazones, y que nos dolamos de esto, porque así debe estar el corazón de Dios!

Ahora, quizá algunos piensen que no somos nosotros quienes estamos traspasando la gloria de Dios, y que estamos siendo de Su agrado, pero no debemos estar confiados….

Samuel fue juez y profeta sobre Israel durante 40 años, fue un hombre con un corazón para Dios, que buscaba y ayudaba al pueblo para que se acercaran a Dios. Todos los años daba la vuelta a la tierra para hacer esta labor…

1 Sam. 8:1-18 “Aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abías; y eran jueces en Beerseba. Pero no anduvieron los hijos por los caminos de su padre, antes se volvieron tras la avaricia, dejándose sobornar y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no andan en tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová. Y dijo Jehová a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te digan; porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos. Conforme a todas las obras que han hecho desde el día que los saqué de Egipto hasta hoy, dejándome a mí y sirviendo a dioses ajenos, así hacen también contigo. Ahora, pues, oye su voz; mas protesta solemnemente contra ellos, y muéstrales cómo les tratará el rey que reinará sobre ellos. Y refirió Samuel todas las palabras de Jehová al pueblo que le había pedido rey. Dijo, pues: Así hará el rey que reinará sobre vosotros: tomará vuestros hijos, y los pondrá en sus carros y en su gente de a caballo, para que corran delante de su carro; y nombrará para sí jefes de miles y jefes de cincuentenas; los pondrá asimismo a que aren sus campos y sieguen sus mieses, y a que hagan sus armas de guerra y los pertrechos de sus carros. Tomará también a vuestras hijas para que sean perfumadoras, cocineras y amasadoras. Asimismo tomará lo mejor de vuestras tierras, de vuestras viñas y de vuestros olivares, y los dará a sus siervos. Diezmará vuestro grano y vuestras viñas, para dar a sus oficiales y a sus siervos. Tomará vuestros siervos y vuestras siervas, vuestros mejores jóvenes, y vuestros asnos, y con ellos hará sus obras. Diezmará también vuestros rebaños, y seréis sus siervos. Y clamaréis aquel día a causa de vuestro rey que os habréis elegido, mas Jehová no os responderá en aquel día.”

Aquí vemos el pasaje cuando el pueblo, quiso tener un rey, como el resto de las naciones… más sin embargo, nosotros NO somos como el resto del mundo, aunque si tengamos la misma naturaleza pecaminosa que ellos tienen, pero la diferencia en nosotros la hace que Jehová es nuestro Rey, por lo tanto, no podemos vivir y regirnos como el resto de las naciones, sino como Jehová quiere que lo hagamos.

Por tanto, todos los asuntos deben juzgarse conforme a la voluntad de Dios, no conforme al criterio de las naciones. Los problemas de autoridad le corresponden solucionarlos a Dios, no le corresponde al pueblo, el deber del pueblo es esperar y confiar en su Rey, y nunca exigir al rey un cambio; como lo harían las otras naciones.

En este punto de la historia de Israel, Dios ya no era el Rey, sino que se estableció a Saúl, como resultado a la petición del pueblo. Hubieron situaciones terribles en el reinado de Saúl, pero todo eso ya había sido advertido por Samuel desde el inicio, por tanto, el pueblo estaba recibiendo su merecido.

La primera mención de “reyes de las naciones”, la encontramos en naciones ajenas, no en Israel…

Gen. 14:1-2 “Aconteció en los días de Amrafel rey de Sinar, Arioc rey de Elasar, Quedorlaomer rey de Elam, y Tidal rey de Goim, que éstos hicieron guerra contra Bera rey de Sodoma, contra Birsa rey de Gomorra, contra Sinab rey de Adma, contra Semeber rey de Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar.”

Estos reyes habían sido establecidos por las naciones de la tierra, bajo sus propios parámetros y designios. Ahora veremos cuáles eran esos parámetros, y las bases sobre las cuales regían esos reinos:

· Sinar: es Babilonia, y significa “confusión, mezclar”. ¿Qué calidad de rey puede escoger confusión para reinar?

· Elazar: es Mesopotamia, es figura de dos corrientes, espíritus mezclados, que viene de la raíz que habla de "prosperidad". Era un rey que escogía su propia prosperidad.

· Elam: significa “oculto, encubrir”, era un reino oculto de la luz de Dios.

· Goim: significa “exaltación, soberbia y enaltecimiento”.

· Sodoma: significa “incinerar, quemar totalmente, desastre colectivo, muestra de dolor”.

· Gomorra: significa “arruinado”.

· Adma: significa “tierra sin cuidado, en rebelión, sin fruto”.

· Zeboim: significa “hermosura, rico” (Apo. 3:17).

· Zoar: significa “innoble, donde no hay nobleza”.

Esas son las atribuciones y las bases que rigen a las naciones de la tierra, y el pueblo de Israel al desechar a Jehová como Rey, pidió cada una de esas cosas, para que los gobernara.

¿Quién reina en tu corazón hoy?

¿Sobre qué estamos fundamentando nuestra vida cristiana?

Apo. 11:15 “El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.”

¡Humillémonos y dejemos que Jehová sea nuestro Rey y que Su ungido nos gobierne!

El trono de David ha sido entregado a Jesús, nuestro Rey y Salvador, y reinara para siempre en la casa de Jacob, estemos nosotros o no, porque Su reino será eterno.



“Siéntate en Tu trono Señor, en mi corazón, toma el control total de mi ser, reina sobre mí, reina sobre mí, siéntate en Tu trono Señor en mi corazón.”