“¿Habrá Alguien a Quien No Puedo Perdonar?”
Pero yo os digo: Amad á vuestros enemigos, bendecid á los que os maldicen,
haced bien á los que os aborrecen, y orad por los que
os ultrajan y os persiguen;.
Mateo 5.44
Un soldado turco había golpeado a un prisionero cristiano hasta dejarlo medio consciente. Mientras le daba otra patada, el soldado exigió: “Qué puede hacer tu Jesús por ti ahora?” El cristiano respondió tranquilamente: “Él puede darme fortaleza para perdonarte”.
Cuando Cristo estaba en la cruz, él respondió a los insultos y burlas de los sanguinarios que le escupían, diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
¿Cuál es nuestra respuesta cuando alguien nos maltrata? ¿Acaso amamos hasta el punto que Cristo nos manda en Juan 15.12-13, como el nos ha amado? ¿Acaso oramos por aquellos que nos tratan con desdén? Jesús oro por sus acusadores, los amó y los perdonó.
Tenemos que perdonar a los demás si deseamos ser perdonados. Como Jesús dice en Mateo 6.15: “Mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas”. “Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano” (1 Juan 4.21).
-Kevin Miller,
Auburn, KY
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Si sufres a consecuencia de la injusticia de un hombre malo,
perdónalo; para que no haya dos hombres malos.
[Del Libro: Junto a Aguas de Reposo]