"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

domingo, 28 de marzo de 2010

"CUATRO LECCIONES PRACTICAS PARA NUESTRAS VIDAS."

Hno. Javier Lobos

Domingo 28/03/10


El que cada uno de nosotros nos encontremos dentro del pueblo de Dios es un milagro, y eso hay que atesorarlo y cuidarlo.

Por eso quiero compartir con ustedes, como dijo el apóstol Pablo: “como pagando una deuda…” (Rom. 1:13-14), siendo deudor de aquello que recibí.

¿Cómo se siente una persona responsable que tiene una deuda?

Cuando uno tiene una deuda, uno se quiere esforzar por pagar, y así me siento hoy, con la obligación de esforzarme y llevar a ustedes esta palabra.

Veremos una historia del pueblo de Israel, y de allí sacaremos algunas lecciones para nuestras vidas…

Jos. 6:1-27 “Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Llamando, pues, Josué hijo de Nun a los sacerdotes, les dijo: Llevad el arca del pacto, y siete sacerdotes lleven bocinas de cuerno de carnero delante del arca de Jehová. Y dijo al pueblo: Pasad, y rodead la ciudad; y los que están armados pasarán delante del arca de Jehová. Y así que Josué hubo hablado al pueblo, los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, pasaron delante del arca de Jehová, y tocaron las bocinas; y el arca del pacto de Jehová los seguía. Y los hombres armados iban delante de los sacerdotes que tocaban las bocinas, y la retaguardia iba tras el arca, mientras las bocinas sonaban continuamente. Y Josué mandó al pueblo, diciendo: Vosotros no gritaréis, ni se oirá vuestra voz, ni saldrá palabra de vuestra boca, hasta el día que yo os diga: Gritad; entonces gritaréis. Así que él hizo que el arca de Jehová diera una vuelta alrededor de la ciudad, y volvieron luego al campamento, y allí pasaron la noche. Y Josué se levantó de mañana, y los sacerdotes tomaron el arca de Jehová. Y los siete sacerdotes, llevando las siete bocinas de cuerno de carnero, fueron delante del arca de Jehová, andando siempre y tocando las bocinas; y los hombres armados iban delante de ellos, y la retaguardia iba tras el arca de Jehová, mientras las bocinas tocaban continuamente. Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días. Al séptimo día se levantaron al despuntar el alba, y dieron vuelta a la ciudad de la misma manera siete veces; solamente este día dieron vuelta alrededor de ella siete veces. Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos. Pero vosotros guardaos del anatema; ni toquéis, ni toméis alguna cosa del anatema, no sea que hagáis anatema el campamento de Israel, y lo turbéis. Más toda la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a Jehová, y entren en el tesoro de Jehová. Entonces el pueblo gritó, y los sacerdotes tocaron las bocinas; y aconteció que cuando el pueblo hubo oído el sonido de la bocina, gritó con gran vocerío, y el muro se derrumbó. El pueblo subió luego a la ciudad, cada uno derecho hacia adelante, y la tomaron. Y destruyeron a filo de espada todo lo que en la ciudad había; hombres y mujeres, jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas, y los asnos. Mas Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allí a la mujer y a todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis. Y los espías entraron y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que era suyo; y también sacaron a toda su parentela, y los pusieron fuera del campamento de Israel. Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había; solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata y el oro, y los utensilios de bronce y de hierro. Mas Josué salvó la vida a Rahab la ramera, y a la casa de su padre, y a todo lo que ella tenía; y habitó ella entre los israelitas hasta hoy, por cuanto escondió a los mensajeros que Josué había enviado a reconocer a Jericó. En aquel tiempo hizo Josué un juramento, diciendo: Maldito delante de Jehová el hombre que se levantare y reedificare esta ciudad de Jericó. Sobre su primogénito eche los cimientos de ella, y sobre su hijo menor asiente sus puertas. Estaba, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra.”

¿QUE APRENDEMOS AQUÍ?

¿HAY ALGUNAS LECCIONES AQUÍ QUE SON IMPORTANTES PARA NUESTRAS VIDAS?

Obviamente no alcanzara el tiempo para estudiar todo el capítulo, pero sacaremos unas lecciones cortas y breves, mas sin embargo, practicas.

Veamos estas lecciones:

· El amor de Dios por la santidad:

Jericó era una ciudad muy importante, estaba en una región montañosa, y en medio de esas montañas, había un paso, la ciudad que guardaba ese paso era Jericó. Era el obstáculo obvio que Israel tenía que conquistar para entrar a la tierra prometida.

Pero muchas veces, a pesar de ser necesaria esa conquista, mucha gente se pregunta: “¿Cómo puede el Dios de misericordia, demandar tal destrucción?”

Era una destrucción inmisericorde de los habitantes, y es una cuestión con la que se batalla hasta hoy en día, porque hay una diferencia entre reconocemos que Dios es un Dios misericordioso y soberano, que tiene el derecho de hacer Su voluntad, y poner este pensamiento en el terreno práctico de la vida.

Nosotros somos prontos para reconocer eso, aunque ya en el terreno práctico, nos cuesta poner por obra es pensamiento.

¿Cómo puede un Dios santo ordenar una destrucción inminente sobre esta gente?

La iglesia moderna tiene un concepto erróneo de la misericordia y amor de Dios.

Dios es misericordia, como lo dice el salmista en Salmo 103: 8 “…Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia…”, pero por conveniencia propia, juzgamos Su misericordia de una forma incorrecta.

Dios es santo y ama la santidad, y nosotros no podemos usar la imagen del Dios de misericordia y amor, para poder jugar con el pecado. Cuando Israel subió y destruyo a cada habitante de Jericó, se vio el anhelo de santidad por parte de Dios, porque esa tierra estaba totalmente corrompida.

Dios tiene un estándar de santidad, que no es igual al nuestro, a nosotros muchas veces nos parecerá algo totalmente “exagerado”… pero, cuando eso suceda, debemos preguntarnos lo siguiente:

¿NOS SOMETEREMOS A SU ESTÁNDAR?

¿SEREMOS OBEDIENTES A LO QUE ÉL NOS PIDA?

· La batalla pertenece al Señor:

Al estudiar este tema, yo me hacia la siguiente pregunta: “¿Cómo pudo Josué convencer a sus capitanes del ejercito a seguir esta estrategia?

Si nosotros hubiéramos sido capitanes del ejército de Israel y hubiéramos recibido esas instrucciones… ¿Las hubiéramos acatado y recibido con gusto? ¿Hubiéramos creído que la conquista era segura?

El último verso de este capítulo nos da la respuesta para esta pregunta:

Jos. 6:27 “Estaba, pues, Jehová con Josué, y su nombre se divulgó por toda la tierra.”

Esa era influencia por parte del Señor en la vida de Josué, el respaldo de Dios se sentía cuando el daba las instrucciones de batalla, por eso fue que su ejército lo obedeció.

Todas las veces nosotros tendremos que enfrentar las batallas de la vida, siguiendo el plan de Dios, pero muchas veces sus instrucciones serán locura para nosotros, entonces será necesario tener un ingrediente en nuestras vidas, para acatar esa estrategia “ilógica”.

¿QUÉ ES LO QUE NOS IMPIDE A NOSOTROS SEGUIR ESOS PLANES DIVINOS?

Lo que nos lo impide es el gran amor que tenemos hacia nosotros mismos, porque no queremos que a nuestro alrededor piensen que somos locos. A nosotros no nos gusta correr ningún riesgo que termine en dudosa reputación a nuestros nombres.

NECESITAMOS UN AMOR INALTERABLE POR DIOS, SOLO ASÍ NO NOS IMPORTARA QUEDAR COMO LOCOS, CON TAL DE QUE EL SEÑOR SEA EXALTADO.

En la Biblia, encontramos la historia de un joven que vivía de esa manera, a él no le importaba quedar como “loco” delante de los demás, sino que él tenía un amor inalterable por Dios, y sabía perfectamente que la batalla pertenecía a Dios.

Este joven era David. El busco la oportunidad de pelear en contra de Goliat, no de una manera lógica para la vista humana, sino únicamente confiando en el Señor.

¿Cómo hizo David para convencer a Saúl, acerca de pelear contra Goliat? Lo hizo porque la presencia de Dios moraba en él.

Hay una declaración importante que David hizo, y esta declaración nos mostrara la forma de pensar de David:

1 Sam. 17:45-46 “Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel.”

Esto era lo que a David lo consumía, su temor era acerca de que dirían los demás pueblos del Dios de Israel, si nadie en el pueblo se atrevía a desafiar a Goliat.

David no estaba interesado en su propia reputación, sino en la reputación del nombre de Dios.

Es necesario que dentro del pueblo de Dios se levanten personas interesadas en la reputación de Dios, y no en la reputación propia.

¿ES EL NOMBRE DE DIOS UNA CARGA EN NUESTROS CORAZONES?

¿AMAMOS DE TAL MANERA EL NOMBRE DE DIOS?

· El sorprendente perdón de Dios:

Quizá para los espías, ir a la casa de Rahab era la forma más segura de pasar desapercibidos, ya que Rahab era una mujer con una reputación destrozada, y nadie sospecharía de ellos si entraban a su casa.

Pero a pesar de ser una mujer pecadora en extremo, fue perdonada de tal manera, que la encontramos siendo parte de la genealogía más importante de la raza humana, está dentro de la genealogía de Jesús.

Realmente, como humanos que somos, no podemos comprender a totalidad el gran perdón de Dios por esta mujer.

Tal era el perdón de Dios para Rahab, como lo puede ser para con nosotros, el Señor es capaz de levantarnos de lo más bajo y darnos una honra tan grande, que ni nosotros mismo somos capaces de imaginar. Ese es el Dios a quien servimos y su perdón.

Pero también existe un problema en esto…el problema es que a nosotros nos cuesta aceptar muchas veces, que Dios perdone y levante a otros a quienes consideramos muy pecadores…

¿CÓMO ESTARÍA NUESTRO CORAZÓN, SI NOSOTROS FUÉRAMOS FAMILIARES DE RAHAB?

Pongámonos en el lugar de la familia de Rahab, no cabe duda que vivían dolidos y heridos por la forma de ser de Rahab, incluso tal vez tenían muchos años de no visitarla en su casa y de no hablarle… pero de pronto, la casa de Rahab sería el único punto de salvación en todo Jericó

Dios convirtió esa casa en el único punto seguro, ¿Cómo reaccionaría la familia de Rahab ante tal cosa? No hay duda que ellos aceptaron el perdón y la misericordia que Dios había tenido para con Rahab, e incluso, ellos mismos la perdonaron.

Con razón Jesús dijo, que si no perdonábamos las ofensas de los hombres, Él no nos perdonaría a nosotros. Para ser partícipes de Su perdón, debemos aceptar también el perdón de Dios extiende hacia otros.

El hermano del hijo prodigo se enojó por el perdón que su padre le extendió a ese otro hijo descarriado y pecador…

¿CUÁL ES NUESTRA ACTITUD RESPECTO AL PERDÓN DE DIOS HACIA OTROS A QUIENES CONSIDERAMOS PECADORES?

Tengamos mucho cuidado, puede ser que nuestra salvación dependa del perdón que Dios extienda a otros.

· Dios siempre quiere las primicias:

Josué da la orden al pueblo, de que todo en Jericó seria destruido, solamente las primicias y ciertas cosas serían para Jehová.

Cuando nosotros le damos las primicias al Señor, estamos reconociendo que todo viene de Él, y a la vez sirve como muestra de que confiamos en que recibiremos la provisión del resto de cosas que necesitemos.

Este es el mensaje que le decimos al Señor cuando damos nuestras primicias fielmente.

Stgo. 1:17 “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.”

¿RECONOCEMOS QUE TODO LO QUE TENEMOS HA VENIDO DE DIOS?

…si no tenemos esa actitud, tenemos un problema de ingratitud, y nuestros ojos no están puestos en el Señor, por eso debemos honrar al Señor con nuestros bienes.

Stgo 1:18 “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.”

En este verso, vemos que nosotros somos las primicias del Señor. Cuando Dios escoge algo como primicia, no quiere que nadie lo toque, por eso Josué prohibió tocar el botín de Jericó, porque era primicia de Dios.

¿ENTENDEMOS LA RESPONSABILIDAD QUE ES SER LAS PRIMICIAS DE DIOS?

Esto significa que debemos vivir la vida para Dios, porque somos primicias de Él, por lo tanto no podemos vivir la vida a nuestra manera. Tú y yo no podemos vivir la vida para nosotros mismos.

1 Cor. 6:19 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”

Aquí claramente vemos nuestra realidad como primicias del Señor, este verso deja en claro que no somos nuestros, sino que somos templo del Espíritu Santo, por eso es que no nos pertenece el derecho de decidir sobre nuestras propias vidas.

Luc. 12:18-19 “Y dijo: Esto haré: derribaré mis graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.”

El necio es el único quien vive su vida para sí mismo, nosotros estamos llamados para vivir la vida de otro punto de vista, ya que no nos pertenecemos.

No podemos usar el tiempo de nuestras vidas para beneficiarnos, sino para servir y pertenecer completamente a Dios, porque El pago el precio de nuestras vidas, y Él es quien tiene el derecho de escoger cada detalle para nuestras vidas.

“Lo he visto y conocido, y se digna a andar conmigo, y la gloria de Su presencia, mía será eternamente, oh la gloria de Su presencia, oh la belleza de Su rostro, SOY DE EL, y de Él, para siempre, me ha ganado, con Su amor.”