"Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás." Juan 6:35

viernes, 26 de marzo de 2010

"DEPENDER DE DIOS."


Hno. Rubén Velázquez.

Jueves 25/03/10



Debido a lo que el Señor nos ha estado hablando en estos últimos servicios, hoy veremos el tema de DEPENDER únicamente de Dios.

Veamos la descripción de esta palabra según el diccionario:

Depender:

  • Estar bajo el auxilio o autoridad de otro.
  • Someterse y ser necesitado de alguien más.


El concepto contrario de esta palabra, seria: rechazar y repudiar la ayuda de alguien.

Un ejemplo claro, que podemos ver, acerca de depender de Dios; es la salida del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto, mas sin embargo, el pueblo no siempre dependía del Señor, sino que muchas veces dudaban del poder de Dios.

Veamos un resumen de lo que Dios hizo por Su pueblo…

Sal. 78:12-33

“Delante de sus padres hizo maravillas

En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

Dividió el mar y los hizo pasar;

Detuvo las aguas como en un montón.

Les guió de día con nube,

Y toda la noche con resplandor de fuego.

Hendió las peñas en el desierto,

Y les dio a beber como de grandes abismos,

Pues sacó de la peña corrientes,

E hizo descender aguas como ríos.

Pero aún volvieron a pecar contra él,

Rebelándose contra el Altísimo en el desierto;

Pues tentaron a Dios en su corazón,

Pidiendo comida a su gusto.

Y hablaron contra Dios,

Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas,

Y torrentes inundaron la tierra;

¿Podrá dar también pan?

¿Dispondrá carne para su pueblo?

Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;

Se encendió el fuego contra Jacob,

Y el furor subió también contra Israel,

Por cuanto no habían creído a Dios,

Ni habían confiado en su salvación.

Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,

Y abrió las puertas de los cielos,

E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen,

Y les dio trigo de los cielos.

Pan de nobles comió el hombre;

Les envió comida hasta saciarles.

Movió el solano en el cielo,

Y trajo con su poder el viento sur,

E hizo llover sobre ellos carne como polvo,

Como arena del mar, aves que vuelan.

Las hizo caer en medio del campamento,

Alrededor de sus tiendas.

Comieron, y se saciaron;

Les cumplió, pues, su deseo.

No habían quitado de sí su anhelo,

Aún estaba la comida en su boca,

Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,

E hizo morir a los más robustos de ellos,

Y derribó a los escogidos de Israel.

Con todo esto, pecaron aún,

Y no dieron crédito a sus maravillas.

Por tanto, consumió sus días en vanidad,

Y sus años en tribulación.”

El Señor aquí muestra como El en su misericordia proveía y libraba a Israel vez tras vez, pero nuevamente el pueblo dudaba, no confiaba ni dependían del Señor…sus corazones no eran rectos para con Dios, mas sin embargo, a pesar de la infidelidad de Israel, el Señor aparto muchas veces su ira de sobre ellos.

¿HEMOS JUZGADO ALGUNA VEZ AL PUEBLO DE ISRAEL POR NO HABER CONFIADO Y DEPENDIDO DE DIOS A PESAR DE LOS GRANDES MILAGROS RECIBIDOS?

Muchas veces somos parecidos al pueblo de Israel, como dice Santiago: somos personas de doble ánimo y somos inconstantes en nuestros caminos (Stgo. 1:8), ya que algunas veces dependemos del Señor, pero la gran mayoría de veces no lo hacemos.

Depender de Dios, es algo sumamente difícil en la vida del creyente, mas sin embargo, el depender de Dios, debe ser una convicción en nuestros corazones.

Somos oidores a medias, ya que oímos grandes testimonios de la obra del Señor en otras vidas, mas sin embargo, seguimos sin confiar en nuestro Dios. Creemos que nuestras circunstancias son siempre mayores a Su poder.

Nuestra visión es corta, porque no vemos Su bendición, sino únicamente nuestras circunstancias, y eso hace que no haya agradecimiento en nuestras vidas.

Cuando empecemos a confiar y depender de Dios, tendremos Su silbo apacible sobre nuestras vidas.

DEPENDER DE DIOS ES UNA DECISIÓN QUE DEBEMOS TOMAR, UNA DECISIÓN CON CONVICCIÓN, PARA SOMETERNOS AL SEÑOR Y A LO QUE EL NOS DIGA.

4 ingredientes que vienen a nuestras vidas, al depender de Dios:

· Tendremos un corazón humilde, esto nos da un corazón agradecido y el resultado será tener gozo en nuestras vidas.

· Nuestra fe es aumentada.

Heb.11:1 “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”

Vemos que sin fe es imposible agradar a Dios. (Heb.11:6)

· Adquirimos paciencia, para esperar lo que el Señor tiene para nuestras vidas, y empezamos a ver las cosas maravillosas que Dios hace.

Stgo1:3 “Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”

Sal. 40:1 “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.”

Esta paciencia es resultado de la fe y del corazón humilde.

· Aprendemos a buscar la fortaleza en el Señor, Él es nuestro Castillo Fuerte y nuestra Roca, para El nada es imposible. Una forma de aprender esto, viene como lo mencionaba anteriormente, de oír testimonios de lo que el Señor ha hecho en otros, ya que esto hará que coloquemos al Señor como nuestra fuente de fortaleza.

2 Cron. 20:3-12 “Y acudieron algunos y dieron aviso a Josafat, diciendo: Contra ti viene una gran multitud del otro lado del mar, y de Siria; y he aquí están en Hazezon-tamar, que es En-gadi. Entonces él tuvo temor; y Josafat humilló su rostro para consultar a Jehová, e hizo pregonar ayuno a todo Judá. Y se reunieron los de Judá para pedir socorro a Jehová: y también de todas las ciudades de Judá vinieron a pedir ayuda a Jehová. Entonces Josafat se puso en pie en la asamblea de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo; y dijo: Jehová Dios de nuestros padres, ¿no eres tú Dios en los cielos, y te tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel, y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre? Y ellos han habitado en ella, y te han edificado en ella santuario a tu nombre, diciendo: Si mal viniere sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de esta casa, y delante de ti, (porque tu nombre está en esta casa,) y a causa de nuestras tribulaciones clamaremos a ti, y tú nos oirás y salvarás. Ahora, pues, he aquí los hijos de Amón y de Moab, y los del monte de Seir, a cuya tierra no quisiste que pasase Israel cuando venía de la tierra de Egipto, sino que se apartase de ellos, y no los destruyese; he aquí ellos nos dan el pago viniendo a arrojarnos de la heredad que tú nos diste en posesión. ¡Oh Dios nuestro! ¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan grande multitud que viene contra nosotros: no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros ojos.”

Este pasaje de la vida de Josafat, es un ejemplo claro de lo que el Señor empieza a hacer cuando tenemos estos 4 ingredientes que vimos anteriormente en nuestras vidas…

La actitud de Josafat fue humillar su rostro, y convocar a ayuno… ¿TENEMOS NOSOTROS ESE CORAZÓN HUMILDE? Josafat pidió socorro a Jehová… ¿ACUDIMOS NOSOTROS SIEMPRE AL SEÑOR? Josafat reconoció la fortaleza de Dios… ¿LO RECONOCEMOS COMO EL TODOPODEROSO?

2 Cron. 20:15-17 “Y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande; porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Mañana descenderéis contra ellos; he aquí que ellos subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. No habrá para qué peleéis vosotros en este caso: paraos, estad quedos, y ved la salvación de Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, que Jehová estará con vosotros.”

Dios vio la actitud de Josafat y del pueblo, actitud de total dependencia hacia Él, y mando Su respuesta por medio de Jahaziel. Josafat recibió la victoria contra los enemigos, porque el sabia depender de Dios.

2 Cro. 20:20-22 “Y cuando se levantaron por la mañana, salieron por el desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén . Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados. Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.”

La mejor opción para el creyente, es DEPENDER de Dios. Aprendamos a depender de Dios, de esa manera, nuestras cargas serán quitadas, y tendremos Su gozo en nuestras vidas. Al depender de Dios, surgirá un cantico de alabanza y glorificaremos al Señor.

¿HEMOS SENTIDO LA NECESIDAD URGENTE DE DEPENDER DE DIOS?

Esperemos en silencio al Señor, y aprendamos a depender de Él.


“Pacientemente espere a Jehová, y se inclinó hacia mí, pacientemente espere a Jehová, y oyó mi clamor, me saco del pozo de desesperación, del lodo que me rodeo, puso mis pies sobre peña, mis pasos enderezo, puso en mi boca alabanza, cántico nuevo a Dios, verán esto muchos y temerán, y confiaran en Jehová.”